La tormenta de granizo caída en Cáceres en la noche de ayer ha causado estragos en las huertas de la Ribera del Marco, provocando importantes destrozos en la cosecha de acelgas, pimientos y tomateras. "Ha pegado duro por la parte del Centro de Oportunidades de El Corte Inglés hacia abajo", confirma el presidente de la Comunidad de Regantes, Antonio Salas.

A los propietarios de esas huertas "los ha machacado", ahora que llega la época de la recolección y su venta coincidiendo con el verano. "Ha sido un pedrisco gordo que ha afectado muy especialmente a ese área del Marco", apunta Salas. Los hortelanos carecen de seguros que cubran los efectos meteorológicos, por lo que son ellos los que deben correr con los gastos. "La granizada de ayer fue terrorífica", lamentaba esta mañana uno de los hortelanos. "Hemos sembrado en primavera y vemos cómo nuestras cosechas peligran", añadía.

La Comunidad de Regantes de la Ribera del Marco la conforman 83 parcelas, que suman alrededor de 53 comuneros. Esta comunidad, denominada La Concordia, es una de las más antiguas de España:; arraiga su raíz en la época de los Reyes Católicos: sus últimas ordenanzas tienen fecha del 17 de mayo de 1901 y figuran como propiedades de la misma las pesqueras, los cauces de riegos y los ramales.

Por pertenecer a la comunidad, los regantes pagan trimestralmente 1 euro por cada 500 metros de tierra. Ese dinero se utiliza para las mejoras del cauce, aunque es cierto que el organismo tuvo una época de mucha implicación en los años 90, cuando en una asamblea celebrada en el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros (con fecha de 6 de julio), los comuneros remaron a una en el intento de que al unísono cuidaran de las aguas de la Ribera; se pidió entonces que se respetaran los turnos de riego para evitar la anarquía, que se pagaran las cuotas, que se cumplieran derechos y obligaciones...

Se trata de una comunidad con estructura propia en la que existía el denominado Sindicato y Jurado del Riego, que debía realizar sus funciones presionando a los no pagadores siempre ajustándose a las ordenanzas de La Concordia.

Desde entonces hubo un vacío y no fue hasta 2016 cuando la comunidad empezó a retomar sus acciones. Ahora su objetivo, según relata Antonio Salas, es "intentar entrar en el Plan de Subvenciones de la Junta de Extremadura de la mejora de regadíos". Los responsables están preparando el papeleo para contar con la ayuda del gobierno regional, que puede entregar hasta un tope de 18.000 euros. De obtenerse ese dinero, se ayudaría a ir canalizando con pvc puesto que "al ir los cauces en tierra se pierde mucha agua en el camino". Entre eso y la suciedad de la Ribera el agua que se desperdicia alcanza nada menos que el 40%, según calcula el propio Salas.