Catorce países de la Unión Europea, entre los que figura España, han cerrado filas y se han unido para condenar la nueva legislación de Hungría que prohíbe hablar de homosexualidad o de identidad sexual en los programas escolares. En una declaración publicada este martes, con motivo del Consejo de Asuntos Generales celebrado en Luxemburgo, los trece gobiernos expresan su «profunda preocupación» por esta nueva deriva y urgen a la Comisión Europea a utilizar todas las herramientas a su alcance para asegurar el pleno respeto de la legislación europea, incluido un posible recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE.
Todo ello en mitad de una polvareda porque el estadio Allianz Arena de Múnich que acogió este miércoles el partido de la Eurocopa entre Alemania y Hungría iba a ser iluminado con los colores del arcoíris, pero la UEFA no lo ha permitido, porque considera que es un mensaje político contra el país visitante.
Mientras en la política y en el deporte se produce esta deriva hacia la LGTBIfobia, Cáceres vuelve a dar ejemplo una vez más y en la tarde de este miércoles ha dejado inaugurado su Paseo de la Diversidad, el área peatonal de la avenida Hernán Cortés, que discurre paralela al parque del Príncipe. Allí se han colocado placas, se han pintado los bancos arcoiris y se han repartido carteles del Orgullo para que los cacereños los coloquen en sus balcones, ventanas y escaparates.
El acto ha contado con la presencia de las asociaciones Extremadura Entiende y Fundación Triángulo y ha sido auspiciado por el ayuntamiento en la persona del siempre activista David Holguín, concejal socialista que se ha convertido en un referente del movimiento, luchador incansable del respeto a la orientación sexual como derecho humano fundamental en una sociedad, la cacereña, que vuelve a ser un buen espejo para reflejar la tolerancia.
