El Centro de formación de tropa (Cefot 1) no descansa. La que es considerada desde hace décadas como la gran industria de la capital cacereña sortea las dificultades de la pandemia y mantiene su actividad a pesar de las restricciones. Así, a las dos remesas de futuros soldados que ha acogido a lo largo de este año se le sumará una tercera a final de año, tal y como ha convocado el Gobierno central este mes de junio con un total de 1.368 plazas. Este nuevo contingente corresponde al segundo ciclo convocado por el Ministerio de Defensa este 2021. El primero de este año llegó en mayo y se encuentra aún en periodo de formación, y a principios de año la base de Santa Ana formó a otra remesa correspondiente al ciclo de 2020 también con más de un millar de alumnos. De esta forma, por las instalaciones pasarán a lo largo de este año 4.000 futuros soldados en total. 

Según recoge el anexo publicado por Defensa, los aspirantes deberán incorporarse el 8 de noviembre. Tras el periodo de adaptación a la vida militar, el 22 de noviembre arrancarán la fase de formación militar general y se incorporarán a las Escalas de Tropa el 28 de enero de 2022. En total, Defensa ha convocado 3.160 plazas repartidas en 2.210 para el Ejército de Tierra, 500 para la Armada y 450 para el Ejército del Aire. Las que corresponden a Cáceres pertenecen a Tierra y sumar el grueso de las plazas. El resto, 842, irán destinadas al Centro de formación de tropa 2 (Cefot 2), que se encuentra en San Fernando (Cádiz). De esta forma, el acuartelamiento de Santa Ana se mantiene a pleno rendimiento y sostiene las cifras de alumnos que ha recibido en los últimos años, siempre muy superior al millar por ciclo. Consolida un periodo de estabilidad en la última década después de que en 2012 se especulase con su cierre e incluso dejara de recibir futuros soldados durante un periodo de tiempo. 

Por el momento, en el acuartelamiento se forma un ciclo similar con 1.316 aspirantes que se incorporaron el 24 d e mayo. Debido a la situación provocada por la pandemia, en estos últimos dos ciclos se ha dividido la enseñanza presencial en dos turnos. El primero, con 700 alumnos, llegó a la ciudad a lo largo de la jornada marcada para la incorporación y el segundo, con otros 700 aspirantes, se incorporó una semana más tarde. El propósito de la llegada escalonada es que no se produzcan aglomeraciones en las instalaciones hasta que la situación sanitaria mejore. De esta forma, la mitad del ciclo recibe formación en Cáceres mientras la otra mitad hace lo propio pero de manera virtual en sus domicilios. También de forma escalonada y sin abrir al público hasta ahora se han celebrado las juras de bandera, a las que habitualmente se invita a autoridades y familiares de los militares, y los actos de graduación de los propios soldados. La previsión es que esta situación se mantenga hasta comprobar la evolución de la pandemia y del ritmo de la vacunación en el área de salud cacereño. Del mismo modo, y también a la espera de esa evolución, queda por resolver si podrán abandonar las instalaciones durante los fines de semana para viajar a la ciudad ya que, debido a la pandemia, durante el periodo formativo en la base, no se les ha permitido a los alumnos en el último año abandonar las instalaciones para evitar el riesgo de contagios. Hasta ahora, la base ha cumplido los protocolos de seguridad impuestos por la pandemia. Entre los más significativos se encuentran que todos los alumnos a su llegada han sido sometidos a un test de coronavirus para garantizar que no hay contagios. El año anterior si se originaron dos brotes en las instalaciones, este año, por el momento no se ha producido casos en la base.

También, antes de su llegada a los alumnos se les remite una comunicación para que si están contagiados o han estado en contacto con algún positivo no se incorporen. Otra de las medidas más significativas que se han mantenido a lo largo desde que arrancó la crisis sanitaria es que los alumnos han sido divididos en grupos burbuja dentro de las compañías -hay cuatro-- y durante su estancia en el centro todas las actividades formativas y sociales se realizaban con los miembros de este grupo limitado a una veintena de personas. De la misma forma, es obligatorio el uso mascarilla, guantes y gel hidroalcohólico, así como mantenimiento de la distancia mínima de dos metros.