Instagram es una las redes sociales más atractivas de hoy en día. Es un espacio cargado de estética, plural y versátil, donde hay numerosas formas de belleza, de arte, cultura y actualidad. También es una ventana al mundo, un templo de la fotografía -aficionada y profesional- y un creador insaciable de necesidades.

La profesora influencer de Dibujo Técnico y Artístico del Colegio Licenciados Reunidos, Charo García, mitad madrileña, mitad cacereña, nació en 1964 (Jaén). Con cuatro años su familia se mudó a Madrid y allí estudió Diseño Gráfico en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Aunque le hubiera gustado cursar la especialidad de Diseño de Moda, su verdadera pasión desde pequeña, pero en aquella época no existía.

Con 18 años optó por ser azafata para sacarse un dinerillo y comprarse ropa porque en casa eran ocho hermanos. «Cuando terminé la carrera trabajé en una escuela de diseño de moda y dando clases de dibujo técnico en un cole. La vida que dan las vueltas me hicieron pasar por Sevilla y llegar hasta Cáceres. Aquí monté la primera Escuela de Diseño de Moda de Extremadura en 1992. La cosa fue muy bien al principio pero pasados cinco años la tuve que dejar porque cada vez había menos alumnos y era un sector muy particular con un futuro laboral poco claro. Recuerdo aquella frase de estudias o diseñas. En el 98 entré en los Licen», rememora.

Ella combina su trabajo como docente, totalmente vocacional, con su cuenta de Instagram (@pendientedecharol) que abrió hace 7 años. Divertida y natural, muestra a sus casi 20.000 seguidores, el día a día de una mujer cosmopolita en una pequeña ciudad. «Tengo una vida normal, como la de muchísima gente, y soy feliz. Creo que eso es lo que cuento en mi perfil, que no todo es perfecto pero que está bien si es auténtico y natural», admite. En su perfil no faltan la moda ni las recomendaciones para vestir con elegancia.

Cientos de cacereños han pasado por sus aulas. Argumenta que gracias al dibujo técnico se aprende a leer mapas, a conocer las estructuras de las ciudades, sus callejeros… la capacidad de poder entender las tres dimensiones de la vida. Los requisitos de un buen profesor son, a su juicio, tener paciencia, claridad, dominio y amor por la materia. «También es muy importante el compromiso de estar firmemente convencido de que lo que haces es valioso. Y el entusiasmo, porque no basta con dar la asignatura, sino que debes contagiar a los alumnos el gusto por la disciplina y aprenderla». Y en cuanto a su materia, cree que la tecnología facilita la comprensión espacial de los escolares.

Charo tiene fotografías con 2.000 likes y le dedica entre tres y cuatro horas diarias; es casi como un trabajo. Y la pregunta del millón: ¿Su armario es muy grande? «Sí, una habitación entera», contesta a carcajadas.