Todos los años por estas fechas no tengo que pensar el tema de la columna, acaba un ciclo y hay que hacer balance de lo vivido a lo largo de estos últimos diez meses. No ha sido un curso normal, lo que hemos pasado ya quedará marcado en la vida de cada uno según lo que haya vivido o nos haya tocado más de cerca (recordamos sobre todo esos casos terribles de separaciones traumáticas y dolorosas). Cuando comenzábamos, la incertidumbre y el miedo eran los ingredientes más comunes que aparecían en nuestra mente. No sabíamos lo que iba a pasar, porque nos enfrentábamos a un enemigo completamente desconocido y muy peligroso, ante el cual no había que escatimar esfuerzos a la hora de cumplir lo que se nos pedía.
Ha habido muchas personas que han sufrido mucho (y que siguen haciéndolo) y eso no lo podemos olvidar, y todavía nos quedan pasos por dar.
El curso quedara marcado por el covid-19, la situación sanitaria que ha acarreado la aparición del mismo y que no nos podíamos ni imaginar cuando todo comenzó. La llegada tan rápida de las vacunas ha hecho que veamos la realidad con una paleta de colores más amplia y nos da la posibilidad de ver el futuro con más optimismo.
A comienzos de año 2021, a pesar de los meses terribles de enero, febrero y marzo, las imágenes de los primeros vacunados, nos traían el necesario optimismo para afrontar la situación con una mejor actitud.
En cuanto a la actualidad eclesial diocesana ya está casi todo dicho, hemos pasado todo el curso sin obispo, y eso repercute en la actividad que se ha llevado a cabo. Es una pena que acabe este tiempo y no haya podido comentar la llegada del nuevo, ya dije pasado un tiempo que íbamos a dejarnos de especulaciones y esperaríamos que se produjeran los acontecimientos. Lo suyo es que no pasara el mes de julio sin tener noticias, pero es posible que así sea.
Me queda desearos todo lo mejor para que en estos dos meses los que puedan descansar lo hagan, poco a poco podremos ir recuperando “la normalidad” y nos relajaremos lo suficiente como para estar más tranquilos.
Cuando volvamos en septiembre, seguro que ya estaremos todos vacunados y las cosas irán mejor.
* Sacerdote