Todos los años, y cada vez con más frecuencia, se repite la misma situación:hay un riesgo en la garantía del suministro de agua a la ciudad porque el nivel del embalse de Alcántara baja. Esto se suele producir en dos épocas concretas, en septiembre, coincidiendo con la finalización del año hidrológico, y en invierno, cuando mayor es la demanda de energía. La novedad es que esta vez se da en julio y después de un invierno y primavera abundantes en aportaciones en Alcántara y en el Guadiloba, con un volumen de agua en el primero que en junio no hacía prever ningún problema durante el verano.

Pero en un mes el embalse de Alcántara ha bajado su cota diez metros. Ha quedado estabilizada desde el domingo y, al menos hasta este sábado por la mañana, está unos centímetros por encima de la 194 (metros sobre el nivel del mar). Esta altura es clave a efectos de establecer situaciones de prealerta o alerta de sequía en la ciudad. Por debajo siempre hay un problema. Aunque en el Guadiloba hay ahora almacenada el agua que se gasta en un año, no toda se puede consumir. La reserva actual del 56% de agua embalsada en el Guadiloba no es real a efectos de su consumo. Si la cota baja de la altura 194, el inconveniente no es solo estar en prealerta de sequía, sino cortar el trasvase desde el embalse de Alcántara, que es la principal fuente de abastecimiento de agua a Cáceres, al Guadiloba.

  La razón de este descenso del nivel en una época poco usual la explicaba el alcalde, Luis Salaya, el pasado miércoles, cuando detalló que el precio de la energía está muy alto y producir energía hidroeléctrica es «prácticamente gratis», por tanto «en un escenario así», la empresa que gestiona el embalse de Alcántara «prioriza soltar todo el agua que puede para producir toda la energía que puede». La empresa que tiene la concesión de explotación del embalse es Iberdrola.

Iberdrola ha explicado esta semana que ha realizado su actividad «manteniendo todos los requisitos y obligaciones» de la concesión que le permite explotar el embalse de Alcántara para la producción de energía. El órgano gestor de la cuenca, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), ha asegurado que lo que hace es velar por que la explotación por parte de Iberdrola se realice con las condiciones vigentes en la concesión. Para el plan de sequía de la CHT, siempre que Alcántara esté por encima de la cota 194 la situación va a ser de normalidad. Seguramente Iberdrola tendrá derecho a bajar de esa cota, en la 194 Alcántara está al 40% de su capacidad. Pero ahora, como pasó en el otoño de 2019, para en la 194. 

Lo que ocurre se puede calificar de muchas maneras. Pero de normal me parece que no. No es normal que una solución como un trasvase provisional se siga utilizando 29 años después. No es normal que el abastecimiento a una población de más de 100.000 habitantes (de aquí beben Cáceres, Sierra de Fuentes y Malpartida) esté pendiente de las necesidades de producción de energía que tiene la concesionaria, a lo que se suman las aportaciones a Portugal. No es normal que desde hace años nadie de la CHT haya venido a Cáceres a dar explicaciones de lo que ha pasado con Portaje y de lo que se va a hacer. Y no es normal que el ayuntamiento no tenga derechos sobre el embalse, más ahora cuando la solución de futuro es hacer una nueva toma en Alcántara, pero en una cota inferior.