Formación universitaria, centro idiomático, referente cultural e innovación tecnológica definen los usos del nuevo Centro de Estudios Internacional Presidenta Charo Cordero, que abrirá este otoño en la bella Casa Pereros (siglos XV-XVI), en pleno casco antiguo de la capital cacereña, tras la profunda reforma de este edificio que durante años también funcionó como colegio mayor. Pero además de sus contenidos, será un recinto marcado por su carácter social. La Diputación de Cáceres, propietaria del centro, asumirá el 85% del coste de la estancia de los residentes, de modo que el estudiante solo tendrá que pagar 105€ ( el precio de la habitación es de 700€). Así lo acaba de anunciar este lunes a través de un comunicado la institución provincial, que pretende "dar la oportunidad” de que las personas que quieran estudiar lo puedan hacer, “independientemente de la cuenta corriente de sus padres".

Lo cierto es que ya se encuentra en trámites la fase de adjudicación de la gestión externa del centro tras la aprobación en el último pleno. Todo está listo para la concesión de su servicio, con 51 habitaciones individuales y 4 dobles. “El pliego de condiciones técnico administrativas que regularán el procedimiento del concurso para su gestión está definido, y en cada uno de sus apartados se advierte el carácter social del centro, siempre bajo el prisma de la igualdad de oportunidades”, subraya la Diputación de Cáceres en su comunicado.  

Tras siete años cerrado, el emblemático edificio volverá a abrir sus puertas el próximo otoño con el propósito de “marcar un punto de inflexión” en la vida educativa y cultural de la provincia de Cáceres.  “Y lo haremos dando un paso al frente, reconvertido no solo en residencia universitaria, sino en un moderno centro de estudios internacional y dando la oportunidad a nuestros jóvenes de que puedan venir a estudiar a la Universidad de Extremadura" matiza el presidente provincial, Carlos Carlos. Además llevará el nombre de la anterior presidenta de la institución, Charo Cordero, tristemente fallecida en 2020 tras haber luchado por la reapertura de este recinto, donde ella misma vivió sus años universitarios como colegiada.

Visita de los responsables de la Diputación Provincial al inmueble, tras su reforma. CEDIDA

Entre los usos del nuevo centro, tal y como se recoge en el pliego de condiciones administrativas, cabe destacar el de residencia para estudiantes --con preferencia para los provenientes de familias de la provincia cacereña y en función de su renta-- y el de residencia de profesorado itinerante. Además de un espacio compartido de estudio, será un lugar para la celebración de actividades educativas, sociales y culturales apropiadas a la extensión universitaria, y para la contribución a la vida cultural de la ciudad de Cáceres.

Los cursos programados por el propio CEI Presidenta Charo Cordero, por la Universidad de Extremadura, por la Diputación de Cáceres o por terceros tendrán también cabida. Cabe recordar las reuniones de trabajo mantenidas entre la Universidad de Extremadura y la propia Diputación para avanzar en la posibilidad de la creación de un título propio de políticas contra la despoblación.

Además se llevarán a cabo actividades relacionadas con la cooperación internacional y el aprendizaje de idiomas mediante la celebración de talleres de diferentes lenguas, o la organización de cursos de español para extranjeros.

Asimismo, se cultivará la innovación tecnológica en colaboración con los departamentos tecnológicos de la Universidad de Extremadura y con el centro de referencia de Circular FAB que la diputación creando en Cáceres. Habrá además espacio para la promoción de la sostenibilidad y el medio ambiente, en especial mediante la participación en actividades educativas sobre dichas materias.

Junto con su carácter formativo y educativo, el CEI Presidenta Charo Cordero será también “referente para el desarrollo cultural de la Ciudad Monumental, abriendo las puertas de un moderno edificio del siglo XV a las actividades artísticas mediante la organización de eventos musicales, literarios, pictóricos o cinéfilos”, avanza la Diputación en su comunicado.

Régimen de concesión

El precio del contrato, según se recoge en el pliego de condiciones, está constituido por el canon anual ofertado. Los licitadores deberán ofrecer un canon anual al alza, fijándose el tipo mínimo de salida en 12.000 €, más el IVA. Dicho canon se vería compensado con la inversión inicial en mobiliario que debe hacer frente el adjudicatario y que se estima en 307.788,63 (254.445,15 € + IVA)

 El plazo máximo del contrato es de 20 años con posibilidad de prórroga por un periodo máximo de 5 años.

Cabe recordar que las obras de la Casa Pereros concluyeron el pasado verano tras una inversión de cuatro millones de euros aportados por la Diputación Provincial que permitieron una remodelación integral. El edificio cuenta ahora con gimnasio, salón de actos y otras zonas comunes. La reforma ha variado la configuración de espacios, respetando los elementos de mayor valor arquitectónico como el claustro renacentista o la monumental escalera que comunica los distintos niveles del claustro.

Claraboya que corona el edificio. La rehabilitación ha respetado los elementos patrimoniales. CEDIDA

Exteriormente, se ha puesto en valor el lienzo de la muralla almohade, despojándolo de elementos adosados. Además, el patio central se ha transformado en una zona estancial.

Se trata de un inmueble de bajo consumo, con equipos de alta eficiencia en climatización, ventilación e iluminación, y gestión domótica de las instalaciones para optimizar su funcionamiento y minimizar el consumo de agua. También es un edificio inteligente con sistemas domóticos integrados de control y seguridad, y con servicio de voz y datos a los residentes de alta capacidad tanto por cable como inalámbrica.

Un siglo de servicio

Desde su adquisición por parte de la Diputación de Cáceres a principios del siglo XX, la Casa Pereros estuvo destinada hasta los años 80 a colegio de huérfanas con la denominación de Colegio de la Inmaculada. Entonces se abordó la reforma de la estructura habitacional del recinto, que acogía a niñas de entre 8 y 18 años, pasando de una estructura impersonal de grandes habitaciones colectivas a núcleos de hasta 10 plazas con una zona de estar y baños comunes, que trataba de asemejarse más a las condiciones de vida en una familia. Así, se generaron nueve núcleos habitacionales distribuidos entre las plantas baja, primera y segunda.

Por último, el edificio se transformó en colegio mayor, sin cambios en su estructura (habitaciones compartidas y baños colectivos), de modo que quedó obsoleto. Durante la legislatura en la que el PP gobernó la Diputación Provincial, optó por transformar el inmueble en un museo de historia y cultura. Sin embargo, posteriormente el PSOE retomó su contenido como colegio mayor, con una reforma previa que es la que ha finalizado y con más contenidos.