Esta vez han sido dos bares, uno en el barrio del Vivero y otro en la avenida Virgen de la Montaña, los que han sido sancionados dentro del dispositivo que ha ampliado la policía local para que se cumplan las medidas restrictivas que marca el gobierno a consecuencia del coronavirus. Se trata de multas de 600 euros a cada uno de los establecimientos, uno de ellos por tener clientes dentro a puerta cerrada una vez pasada la hora permitida y otro por tener mesas con más de 6 personas, según ha informado esta mañana el ayuntamiento.

Además, la policía local ha interpuesto este fin de semana una denuncia por consumo de alcohol en la vía pública en General Ezponda y tres denuncias leves por ruidos en las calles de Hernán Cortés, Ródano y Pozo de la Esmeralda. Por otra parte, ha habido diez denuncias de tráfico, por carecer de seguro o ITV, y tres por desobediencia o falta de respeto a la autoridad, según lo establecido en la Ley de Seguridad Ciudadana.

La alcaldesa en funciones, María José Pulido, (ocupará este cargo en ausencia de Salaya que pasa una semana de vacaciones) ha reiterado el llamamiento a la responsabilidad ciudadana “necesitamos colaboración ciudadana para frenar los contagios en la ciudad. No podemos relajarnos, debemos seguir siendo responsables en el cumplimiento de las medidas para conseguir que la situación mejore y que no haya que establecer normas más restrictivas”.