Cáceres está viviendo con una emoción inmensa la vuelta a casa de su joven héroe. Tener 18 años, debutar en unos juegos olímpicos y regresar con un oro es una gesta que ha hecho que el nombre de Alberto Ginés López pase definitivamente a la historia. La modalidad de escalada, hasta ahora una disciplina deportiva poco reconocida, se ha convertido en la más famosa de toda la ciudad. Alberto está en su hogar y el recibimiento está cargado de cariño.

La última manifestación de esa felicidad que viven los cacereños en su conjunto ha tenido como protagonistas a los dueños de Atrio, Jose Polo y Toño Pérez. Hasta su restaurante de Torre de Sande acudió el medallista acompañado por su tío Juan Luis López. La buena relación de Juan Luis con los cocineros viene de lejos, cuando junto a Julián Rodríguez diseñaban las cartas de vinos del prestigioso establecimiento. «El chaval nos ha sorprendido porque con su juventud tiene una serenidad y una templanza increíbles», contaba ayer un emocionado Polo. «He leído las entrevistas que ha concedido, y lo cierto es que tener aquí en Cáceres a alguien de esta categoría es un auténtico privilegio».

La abuela de Alberto. EL PERIÓDICO

No era la primera vez que Alberto visitaba Atrio. Ya estuvo celebrando su 18 cumpleaños; ahora ha vuelto. Un menú degustación, con platos variados, fue esta vez la opción. No faltaron los vídeos ni las fotos, que Atrio compartió en su red de instagram. En ellos se podía ver al deportista junto a Toño y Jose intercambiando sus tesoros: Toño con la medalla de oro y Alberto con la cuchara de Masterchef, el famoso programa de La Primera de Televisión Española en la que Pérez ha participado en varias ocasiones como prestigioso miembro del jurado.

Y mientras tanto, el joven sigue arrasando en las redes sociales donde su número de seguidores crece de manera imparable. No es para menos, primero por su talento, y segundo por su sentido del humor y su cercanía. En su cuenta de Twitter ‘Me gustan los sábados’ dice cosas como ‘Acabo de llorar comiendo croquetas, qué felicidad’, ‘Que mis amigos han dejado las vacaciones, han hecho 5 horas de viaje para venir a darme una sorpresa’ o ‘Que mi abuela se ha tatuado los oros olímpicos para presumir’ con una foto en la que se la puede ver con el texto: ‘Ella feliz’; como felices estaban Alberto, Toño y Jose, que para eso uno en lo deportivo y otros en lo gastronómico son los tres olímpicos de Cáceres.