El Ayuntamiento de Cáceres y la Subdelegación de Gobierno acuerdan reforzar la presencia policial en el entorno de la plaza de Santiago. Lo ha anunciado el concejal de Seguridad Ciudadana, Andrés Licerán, después de un fin de semana en el que los vecinos han sufrido los desmanes callejeros de un grupo de al menos 15 personas, que han tomado el barrio como lugar de trapicheo de drogas, carreras, peleas y amenazas a una población "que vive atemorizada", según ha dicho el presidente vecinal Juan Manuel Honrado.

Ante estos acontecimientos, el equipo de gobierno ha lanzado un comunicado anunciando el refuerzo nuevamente la presencia policial en Santiago "con el fin de eliminar o reducir comportamientos incívicos en la zona. Este incremento será tanto del Cuerpo Nacional de Policía, como de la Policía Local", ha dicho Licerán, que ha insistido en que este refuerzo no significa que la presencia policial haya mermado sino que, ante los últimos actos producidos, "es necesaria visibilizar aún más la presencia policial".

El edil ha dicho que refuerzos de este tipo fueron parte de los acuerdos alcanzados en la reunión de la Mesa por la Convivencia de la Plaza de Santiago, celebrada el pasado otoño, a la que asistieron, junto al concejal de Seguridad, vecinos y vecinas del barrio, la policía, los servicios sociales municipales y María José Pulido, concejala de Asuntos Sociales.

Licerán ha vuelto a resaltar el papel fundamental que juega la intervención vecinal en la zona “la recuperación del espacio público para las familias, los vecinos y vecinas de Santiago ha sido, en buena parte, por la enorme labor cultural, solidaria y social que vienen desarrollando a través de los colectivos vecinales”.

Y ha añadido que “la actuación conjunta de las administraciones y la ciudadanía es la mejor forma de asegurar que nuestras plazas no son secuestradas por quienes entienden la ocupación del espacio público desde el abuso y con actuaciones insolidarias que dificultan el disfrute del espacio por parte de familias y menores”.

Además, ha precisado Licerán, “esta ocupación inapropiada del espacio público revierte negativamente en el descanso de los vecinos por lo que es necesario poner freno a su incremento en determinadas épocas del año, como es la estival, cuando las altas temperaturas invitan a pasar más tiempo en la calle y a mantener las ventanas abiertas, lo que hace necesario prestar especial atención a la disminución de la contaminación acústica en plazas y calles”.