La fachada del ayuntamiento de Cáceres hoy estará iluminada por los colores de la bandera del pueblo afgano, tres bandas verticales de color negro, rojo y verde. 

El encendido solidario tendrá lugar al anochecer, entre las nueve y media y las diez y permanecerá así toda madrugada.

Con este gesto, el consistorio quiso manifestar su solidaridad con el pueblo afgano, especialmente con sus mujeres y niñas, que ven con impotencia el avance y la toma de poder por parte de los talibanes. De hecho, ya han tomado el palacio presidencial en Kabul hace apenas 24 horas y han paralizado el aeropuerto de la capital para impedir que los afganos emigren a Alemania. El presidente del gobierno,  Pedro Sánchez, por su parte, ha anunciado que ya ha salido el segundo avión desde Zaragoza para la repatriación de los españoles.

Unicef ha alertado de que alrededor de más de 10 millones de niños afganos necesitan ayuda humanitaria.

En las últimas horas, las denuncias de mujeres profesionales se suceden en los distintos informativos y redes sociales. El miedo a la pérdida de los derechos adquiridos a lo largo de estos 20 años hace que el terror se esparza y espese por momentos.  

Así, las mujeres afganas están denunciando el riesgo enorme que corren tanto su libertad como su propia vida y temen volver a vivir encerradas bajo un burka en casa, pendiente de la autorización masculina para cruzar el umbral.

La situación actual remite directamente a final de la década de los 90, cuando el Parlamento Europeo y la Oficina de Ayuda Humanitaria de la UE impulsaron, con motivo de la conmemoración del 8 de marzo, la campaña ‘Una flor para las mujeres de Kabul’. Con ella, las instituciones europeas denunciaban la ausencia de derechos de las mujeres afganas bajo el gobierno de los talibanes.

Gestos de este tipo se están sucediendo en numerosas ciudades europeas con el objeto de visibilizar la solidaridad de los pueblos con aquellas personas que son oprimidas por razones de diversa índole.