Algunos usuarios se mostraron ayer reticentes a abandonar las piscinas municipales de Cáceres a raíz del cierre decretado por el ayuntamiento a las tres de la tarde, debido a la alerta por tormentas, que amenazaba con fuertes rachas de viento. También se cerraron los parques de la ciudad.

La negativa de algunos bañistas a abandonar los recintos, ya que algunos reclamaban el importe abonado para entrar, obligó a acudir a la Policía Local. El reglamento expuesto en los tablones de anuncios de estos recintos recoge que por motivos meteorológicos no se devuelve el dinero, pero se puede conceder un día gratis, alternativa que el ayuntamiento afirma que estudiará.