Tras el confinamiento de 2020, el cierre del pasado invierno (del 7 de enero al 12 de febrero), y las restricciones aplicadas en agosto por la quinta ola, los negocios cacereños afrontan ahora las nuevas limitaciones incluidas en el nivel de alerta sanitaria 3, ratificado ayer por el TSJEx para el Área de Salud de Cáceres. Llevado a la práctica, obliga al cierre del interior de los locales de ocio nocturno; terrazas al 75%; cuatro personas por mesa; y la reducción de aforos a 1/3 en los interiores de la hostelería y en las zonas comunes de los hoteles. Todo ello cuando la ciudad está a reventar de turistas, y los cacereños hacen un uso masivo de las terrazas, dando aire a un sector que ya lo necesitaba.

Las organizaciones empresariales han reaccionado en bloque para pedir moderación en la aplicación de estas medidas, y no comparten los cierres perimetrales. La Cámara de Cáceres alerta del «daño económico» que entraña el nivel 3 y pide compensaciones económicas. Subraya que «las empresas y autónomos de la provincia son la solución, y no parte del problema». A su juicio, las restricciones que llegan no suponen la solución para frenar esta nueva ola, «sino la puntilla a muchos establecimientos que a duras penas resisten». Además considera una «urgencia» que se controlen los botellones y las fiestas privadas, «en lugar de adoptar medidas que solo perjudican la economía de nuestros municipios».

También la Federación Empresarial Cacereña y la Asociación Provincial Cacereña de Hostelería y Turismo comprenden la necesidad de tomar medidas para evitar el colapso sanitario, pero reclaman a la Junta «moderación» a la hora de aplicar la reducción de aforo y el cierre del ocio nocturno. «La hostelería es un sector muy castigado y su situación económica, de la que dependen numerosas familias, no permite nuevas restricciones, máxime cuando la responsabilidad en la propagación de los contagios no es de estos empresarios que cumplen a rajatabla las normas», recuerdan.

Asimismo, la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha mostrado su preocupación. «Las nuevas limitaciones, especialmente en una época como ésta, van a tener un fuerte impacto en la cifra de negocio de muchas actividades ligadas a la hostelería, el turismo y el comercio». Por ello reitera la necesidad de que se articulen «líneas de ayudas eficaces y rápidas».

Por su parte, el presidente del Círculo Empresarial Cacereño, Diego Hernández, pide «prudencia» y «sensatez» a la Junta ante las restricciones que lleva aparejado el nivel 3 para sectores tan importantes como la hostelería, «porque pudiera ser que cometiera un error imperdonable». Considera que se puede «herir de muerte» a muchos empresarios que ya están al límite, arrastrando pérdidas y créditos, por lo que exige las ayudas «desde el minuto uno».

«Si prudentes hay que ser con la salud, como no puede ser de otro modo, también hay que serlo con la economía, de la que depende el bienestar de muchas familias», subraya. En su opinión, las instituciones deben extremar la vigilancia «en el ocio descontrolado y en las reuniones masivas».