Cáceres tiene el término municipal más extenso de España y cuenta con un gran entorno natural. Tanto la Sierra de la Mosca, con su gran bosque mediterráneo, como la Ribera del Marco, con su caudal permanente y sus huertos, necesitan especial protección. Pero también existen grandes espacios verdes urbanos como el Rodeo, Parque del Príncipe, Paseo Alto y por supuesto Cánovas, además de otras áreas ajardinadas que se imbrican en el tejido de la ciudad. En estas zonas verdes, calles y espacios de todo tipo, Cáceres suma 44.852 árboles de titularidad municipal, según el último inventario. El valor de este patrimonio vegetal reside tanto en su número como en su diversidad (más de 300 especies).

De ahí la importancia de la nueva Ordenanza de Gestión y Protección del Arbolado Público Urbano, que acaba de ser aprobada de forma definitiva tras no haberse presentado reclamaciones. Tiene por objeto gestionar y proteger el arbolado existente en las zonas verdes, espacios libres y vías públicas de Cáceres, como parte integrante de su patrimonio natural, histórico, cultural y urbano, estableciendo criterios para su conservación, así como para determinar aquellas actividades prohibidas y sancionables.

«La norma incluye las aportaciones de particulares, grupos y asociaciones, y la experiencia de otras ciudades en la materia», explica el alcalde, Luis Salaya. De hecho, el gran número de estas aportaciones ciudadanas ha retrasado varios meses su aprobación final. «Creo que será un documento de referencia nacional y una de las ordenanzas más ricas de nuestro país en protección del arbolado urbano», destaca el primer edil.

El ayuntamiento recuerda en un comunicado la importancia del patrimonio vegetal para la calidad de vida de una ciudad y la salud de sus gentes por sus beneficios ambientales: amortigua la temperatura y el ruido, aumenta la humedad, reduce las consecuencias del efecto invernadero y atenúa los niveles de contaminación del aire. Además, a raíz de esta norma, se fomentarán campañas de concienciación ciudadana.

 La ordenanza recoge detalladamente el método de valoración económica del arbolado urbano, cómo se deberá mantener y proteger, y cuál será el régimen sancionador. En concreto, las multas por dañarlo se catalogan como leves (desde 60 a 180 euros); graves (desde 181 a 1.500 euros); y muy graves (desde 1.501 hasta 3.000 euros).