Un macrobotellón de 500 personas y 40 coches el sábado por la noche en el recinto ferial ha disparado las alarmas en Cáceres. Pese a la prohibición expresa de la celebración de estas concentraciones y de estar sancionado el consumo de alcohol en la vía pública, sus participantes burlaron la ley sin que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pudieran hacer nada para evitarlo.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Andrés Licerán, admitió esta mañana que ante la escasez de personal, ni la Policía Local ni el Cuerpo Nacional de Policía tuvieron capacidad ni medios para disolver la gigantesca reunión. "No podemos mandar a casa a 500 personas. Había cuatro dotaciones con dos agentes cada una para toda la ciudad. Realmente no se puede controlar. Tanto policía local como Nacional nos limitamos a controlar los desmanes, pero para echar a toda esa gente de allí hubiéramos necesitado a los antidisturbios", confesó el edil.

Estado del recinto ferial tras el botellón. MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

"Lógicamente el sentido de proporción, es decir, número de agentes versus número de concentrados, hace que no pudiéramos disolverlo con las dotaciones de las que disponemos", ha insistido Licerán, que esta misma mañana ha asistido a una reunión presidida por el alcalde, Luis Salaya, y a la que también han acudido los agentes de la policía local. El encuentro ha servido para adoptar medidas cara a la semana que viene para evitar que el botellón que se repita.

Este dispositivo consiste en reforzar la presencia policial desde primera hora, cerrar el recinto con vallas para evitar la entrada de vehículos, realizar controles de alcoholemia e instalar señalización para recordar que el consumo de alcohol en la vía pública está prohibido y que conlleva sanciones. "El problema -ha estimado Licerán- es que muchos jóvenes piensan que hacer botellón está permitido".