El pantano del Guadiloba tenía embalsado a fecha del pasado domingo 10,8 hectómetros cúbicos, está al 53% de su capacidad y su nivel actual se encuentra en la media que en estas fechas ha tenido en la última década. Según los datos estadísticos que figuran en el portal Embalses.net, ese dato medio del embalse que abastece a Cáceres es del 53,5%. La situación del Guadiloba a un mes de iniciarse el nuevo año hidrólogico es mejor que la que había en estas fechas hace un año, cuando en vez de los 10,8 hectómetros que ahora almacena tenía solo 6,4 hectómetros, según los datos que recoge el sistema automático de información hidráulica de la cuenca del Tajo. También está ahora por encima de la capacidad que tenía el embalse en esta época en 2019.

Pese a que el escenario es mejor que en los dos últimos años, desde febrero no para de bajar la capacidad del embalse, pese a las aportaciones que recibe del trasvase desde el Almonte. Este trasvase desde la cola del embalse de Alcántara estuvo parado entre febrero y el pasado mes de junio, cuando se reanudó la traída de agua tras las obras que se acometieron para cambiar las bombas y ampliar la capacidad para llevar agua desde el embalse de Alcántara al del Guadiloba.

Según los datos que se recogen en el Sistema de Información Hidráulica, el embalse alcanzó el pasado 18 de febrero una capacidad de 15,72 hectómetros cúbicos (por encima del 75% de su capacidad). Desde esa fecha no ha parado de bajar, aunque desde junio, cuando se reanudó el trasvase, lo hace a un ritmo menor. Con la capacidad actual del embalse habría agua suficiente para abastecer a la ciudad algo menos de un año.

Si la situación del Guadiloba está mejor que en ejercicios anteriores, la del otro embalse del que depende el abastecimiento a Cáceres, Alcántara, está mucho peor que en años precedentes, una situación que se empezó a torcer en julio, cuando la cota del embalse de Alcántara comenzó a bajar un metro cada dos días porque Iberdrola, la empresa eléctrica que tiene la concesión de uso del embalse para la producción de energía, estuvo turbinando. 

En el fin de semana del 17 y 18 de julio esa caída libre de Alcántara se frenó después de unos días en los que desde el ayuntamiento se alertó a la Confederación Hidrográfica del Tajo, como responsable de la cuenca, del peligro que este turbinado ocasionaba al abastecimiento de agua a la ciudad. Desde entonces la cota de Alcántara se ha quedado entre la 194 y la 195 metros, en el límite para evitar que Cáceres entre en un escenario de prealerta de sequía. Alcántara lleva desde entonces un mes y medio fluctuando entre la cota 194,6 y la 194,8. Se está repitiendo la misma situación que se vivió en el otoño de 2019.

Para evitar que se dependa de esa cota se han realizado en los últimos meses dos intervenciones. Una es la mejora del trasvase actual en el río Almonte (el agua es de la cola del embalse de Alcántara) con el cambio de las bombas para que se pueda trasvasar más agua, aunque esto no ha tenido todavía un efecto en el Guadiloba porque su capacidad ha ido bajando día a día desde que el pasado 7 de junio se reanudó el trasvase con los nuevos equipos. 

La otra actuación, que tiene que ser la definitiva para garantizar el suministro a Cáceres, es la adjudicación del contrato para la redacción del proyecto de una nueva toma de agua que estaría aguas abajo del trasvase actual y a una cota inferior para evitar que los desembalses de Alcántara afecten al abastecimiento de la ciudad. Para que comiencen las obras de esta nueva toma todavía quedarían unos dos años.  

las cifras 

20 hectómetros cúbicos es la capacidad para almacenar agua que tiene el embalse del Guadiloba. 

10,8 hectómetros cúbicos es el agua que estaba almacenada en el embalse el pasado domingo.

6,4 hectómetros cúbicos es el agua que había almacenada en el embalse en estas fechas de hace un año.

4,8 hectómetros cúbicos es el agua que ha perdido el embalse desde febrero.