Pepe Rojo es una institución en Cáceres, pero de esas instituciones de verdad, de esas instituciones que comenzaron a trabajar a los 14 años (tiene 81 muy bien llevados) y terminaron representando los derechos e intereses del comercio cacereño. Hablar del comercio no es hablar de cualquier cosa en esta ciudad basada en el funcionariado y sin industria que encuentra precisamente en este sector la tabla de salvación de su delicada economía.

Rojo comenzó a trabajar en El Requeté, los almacenes que nacieron de la mano de Getulio Hernández Moreno y su mujer, Ángela del Monte Sánchez, que en 1939 empezaron a vender telas en una habitación de un edificio de la avenida de España situado prácticamente enfrente de la Casa de la Chicuela al que llamaban el Edificio del Requeté porque durante la contienda había sido hospital y cuartel de los conocidos como tercios de los requetés, que combatieron junto a Franco y tuvieron una actuación destacada (se calcula que alrededor de 60.000 participaron en la guerra civil y que de ellos unos 6.000 murieron). En aquella habitación alquilada, sin ni siquiera puerta a la calle, Getulio vendía en base a una política que tenía muy clara: siempre hay que comprar bien. De modo que compraba tejidos a metro a proveedores catalanes, que eran los mejores en el campo textil de este país, y el negocio no tardó en florecer.

Cáceres seduce al turista y ahora también al empresario del sector turístico

Su lema era ‘comprar barato’. La receta debió triunfar porque todos en Cáceres querían trabajar en El Requeté, el almacén más popular de la capital cuyo declive comenzó en 1988 cuando este coloso comercial acabó sucumbiendo ante las llamas de un pavoroso incendio. Pepe Rojo fue uno de los empleados de ese negocio hasta que junto a su mujer, Vicenta Medina, que entonces trabajaba en la farmacia de doña Rosa Acedo, se estableció por su cuenta en Llopis Ivorra, barriada donde fundó su establecimiento de confección.

Pepe Rojo, hoy presidente honorífico de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca), dice que el único título que quiere es el de «tendero». Ayer estaba en el área de Pintores («soy un fanático de la calle Pintores», confesaba) y destacaba la recuperación que ha experimentado la que tradicionalmente se considera la arteria comercial de la ciudad.

Buenos resultados

Rojo constata que la zona ha mejorado en relación a 2020, aunque sin llegar a los niveles de 2019, «que fue un año espectacular», pero sí pronostica un avance. Aplaude la proliferación de alojamientos turísticos, «que han venido muy bien para que las casas se reformen y para que el turismo crezca. Eso hace que el comercio también mejore».

Rojo coincidió ayer de forma casual con el alcalde, Luis Salaya, que acudió a la inauguración en la calle San Pedro de The Slice Caffè, una tienda especializada en la venta de cápsulas compatibles con las principales cafeteras del mercado. Salaya citó precisamente a Pepe Rojo. Lo hizo recordando cuando el actual alcalde se presentó como candidato por Cáceres y mantuvo un encuentro con el empresario: «Me dijo: ‘Pintores siempre vuelve’ y llevaba razón».

En el área de Pintores se apuesta por un modelo de negocio de calidad que triunfa

Salaya habló de las buenas perspectivas del comercio al referirse a los datos del paro. La ciudad ha bajado la barrera de los 8.000 parados obteniendo su mejor dato de desempleo en una década con una caída del 14%. A juicio del mandatario municipal esos datos reflejan «una tendencia muy positiva de recuperación basada en el sector servicios. Salimos de la crisis más fuertes de lo que entramos», apuntó el regidor.

El alcalde comentó que en el área de Pintores se está apostando por «un modelo de negocio de calidad. Es un nicho que está demostrando que la zona comercial se va a recuperar y eso será gracias en buena parte a la capacidad que ha demostrado el sector».

Coronavirus

El dirigente socialista enlazó este asunto con los datos de la pandemia y la reciente decisión de modificar las condiciones del denominado ‘semáforo covid’ para poder eliminar restricciones en el sector de la hostelería. Aunque Salaya insistió en la necesidad de ser prudentes, sí comentó que «viene un otoño» que hay que aprovechar porque los sectores del comercio, de los hosteleros y del turismo «se van recuperando».

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ayer en la calle San Pedro. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

A juicio del regidor, se podrán tener «picos» de contagios y «malas épocas», pero confió en que en esos momentos la incidencia no suba de 300 casos por cada cien mil habitantes «o de 600 como mucho» y que «no nos veamos en situaciones peores».

«Conseguir proyectar una imagen al exterior de una ciudad segura y que ofrece ocio y cultura seguros, nos permite también recuperarnos económicamente y generar empleo», sentenció.

Los frutos ya están llegando. De hecho, nuevos negocios en Pintores y San Pedro suponen el reflejo del boom emprendedor que experimenta la ciudad. Franquicias como Mahalo Poké, ‘10 For You’ o CBD están llenando el centro de clientes después de un largo tiempo de capa caída.

Emergente

A eso se suma la expansión de los establecimientos turísticos, un sector emergente, que lideran jóvenes emprendedores que apuestan por la capital. Cáceres supera los 142 establecimientos de este tipo y es una de las que más solicitudes presenta en Extremadura.

Y es que Cáceres es una las ciudades con mayor tradición cultural de la región, seduce al turista y, ahora, al empresario del sector, que está sabiendo convertir el patrimonio en objeto de consumo y que, como bien argumenta con frecuencia el profesor Pérez Rubio, puede constituir una fuente de ingresos para el desarrollo de un territorio. El turismo es una de las actividades con mayor futuro y proyección de la ciudad. Cuidarlo es tarea de todos. Ahora está creciendo, quizá por eso Pintores siempre vuelve