La Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca) mostró este viernes su rechazo a la subida del tipo impositivo del IBI. Este colectivo, que agrupa a muchos de los comercios de la ciudad, se suma a otros que también han hecho público su contrariedad con el incremento del tipo impositivo. El Círculo Empresarial Cacereño y la Agrupación de Asociaciones Vecinales de Cáceres manifestaron el pasado martes su negativa a la subida del IBI urbano y del impuesto de Vehículos.

Este tipo de declaraciones públicas en contra de una decisión municipal solo quedarán en eso si no se presentan alegaciones con argumentos que frenen el acuerdo adoptado por el gobierno local. De momento la subida tributaria tiene el dictamen favorable de la comisión informativa de Economía y Hacienda, un acuerdo que se tendrá que ratificar en el pleno que la corporación local celebrará la próxima semana. Unos días después, cuando se publique el acuerdo del pleno, se abrirá el plazo para la presentación de alegaciones, a las que tendrá que contestar el ayuntamiento. Es en ese proceso en el que se puede, si se avala con argumentos, intervenir en la decisión que ha tomado el gobierno, que apoya su medida de subir el IBI y el tributo de Vehículos en la necesidad de recuperar los ingresos que se recibían antes de la bajada del IBI acordada por PP y Ciudadanos en la anterior legislatura.

Aeca insiste en su comunicado en que no es el momento de afrontar una revisión fiscal después de  «más de año y medio de pandemia», tiempo en el que «nuestros comercios han cerrado sus puertas y al reabrir han tenido que ajustar horarios y limitar aforos, provocando todo ello una disminución del volumen de ventas, que en ningún momento ha vuelto a alcanzar niveles pre-covid», según se indica en el comunicado del colectivo empresarial.

La asociación de empresarios del comercio argumenta que los efectos económicos de la crisis no solo los sufren los comercios de la ciudad, sino también las familias y con ello se reduce su poder adquisitivo, si a esto se le suma una subida del tipo impositivo, «acudir a nuestras tiendas será una actividad secundaria, puesto que la economía familiar se destinará a un consumo básico y de primera necesidad», según explica la asociación en su comunicado.

Otro de los motivos para el rechazo que da la asociación es que el incremento tributario «llevará a una disminución de apertura de empresas», ya que recaerá en los alquileres, «que volverán a subir».

Pese a que la crítica por la subida del IBI parte del comercio, se da la circunstancia de que este es uno de los sectores que en 2022 pagará menos de IBI, en concreto un 3,6% menos que este año. En la modificación de la revisión del impuesto se recoge que el tipo impositivo será menor para los bienes urbanos destinados a hostelería, ocio o comercio cuyo valor catastral sea inferior a 350.000 euros. Si el propietario del bien no es titular del negocio, para acogerse a esta rebaja debe haber reducido el alquiler al inquilino, haberle dado facilidades para su pago o haber adoptado medidas que contribuyan a asegurar el mantenimiento del negocio. Lo que se pretende con este tipo impositivo menor es que el negocio se mantenga. En principio es solo para el año 2022, aunque el consejo económico y social pidió en su reunión del pasado 1 de septiembre que se prolongase por un periodo mayor.

Si el titular del negocio lo es también del bien por el que se tributa, para acogerse a la rebaja del tipo impositivo tiene que demostrar que la actividad se estuviese ejerciendo desde antes del 15 de marzo de 2020 y que se hubiese mantenido hasta diciembre de 2021, además debe tener domiciliados los impuestos que sean de cobro periódico.