El ferial de Cáceres se pone a punto para celebrar esta semana su gran cita, pospuesta este año cuatro meses a causa de la pandemia y marcada por las restricciones. Este lunes ya los primeros feriantes desembarcaron en el recinto cacereño para comenzar a instalar sus atracciones y sus puestos de comida y bebida para que el jueves pueda dar comienzo la celebración coincidiendo con la fiesta de San Miguel, que se prolongará hasta la próxima semana. En total, la previsión es que se repartan hasta 73 atracciones aunque la estimación del gremio de feriantes asegura que no llegarán al medio centenar. También, contará con puestos de artesanía y expositores de comida y bebida, esto último la razón por la que se tomó la decisión de aplazarla a septiembre debido a que en mayo el ayuntamiento solo concedía permiso exclusivamente a las atracciones. 

Todas ellas, tal y como avanzó el ayuntamiento, se repartirán dentro de un circuito aunque serán los feriantes los responsables de que se cumplan las medidas en sus propias instalaciones. Sobre este asunto, la representante del gremio Rosa Morgado precisó a este diario que mantendrán el protocolo que han aplicado en ferias anteriores como la de Mérida. En ese sentido, concretó que vigilarán que no se produzcan aglomeraciones en las esperas de las atracciones. También detalló que contarán con gel a la entrada, mampara en las taquillas y que la mascarilla será obligatoria en las instalaciones al margen de que sea un recinto al aire libre. En cuanto a los aforos, avanzó que será acorde a su tamaño y infraestructura. 

En esta ocasión, al no permitir que se instalen las casetas de baile, el recinto cerrará a las 2 de la madrugada. Cierto es que en el intervalo en el que se celebra la feria está previsto que se eliminen las restricciones por el coronavirus, concretamente el 27 de septiembre, pero el ayuntamiento no ha detallado si adaptará las medidas en los dos días restantes de la feria después de que decaigan. 

Otra de las novedades que incorpora este año el recinto es un hilo musical unificado para que no exista desniveles de ruido entre atracciones y se controle la contaminación acústica. Del mismo modo, tal y como se puso en marcha ya en la última edición de la feria en Cáceres, los días 24, 26 y 28, entre las 18.00 y las 20.00 horas, se apagará la música «para que las personas que tengan sensibilidad auditiva por diferentes factores puedan acercarse a disfrutar también de la feria». En cuanto a la jornada habitual de descuentos conocida como el día del niño, se celebrará el 27 de septiembre. 

La de Cáceres no será la primera feria que se celebra en la región este año. Durante meses, el gremio recorrió las principales ciudades de la región e incluso llegó a reunirse con distintas instituciones, entre ellas el ayuntamiento de Cáceres, para pedir una solución tras un año sin ingresos. De hecho, los feriantes aseguran que asisten con la seguridad y tranquilidad de que en las que se han celebrado hasta ahora «no se han producido contagios ni brotes». En ese sentido, la propia asociación de feriantes aplaude y agradece a la administración las facilidades que ha ofrecido para que se celebre la cita y asegura que da un «respiro». «Venimos de hacer treinta ferias a hacer ocho pero estamos contentos, psicológicamente lo necesitábamos», concluye Rosa Morgado.