No hay modernidad con más sustancia que la que tienen los clásicos, que no pasan de moda con los años, que siempre están de actualidad. Lugares que son historia y han visto a varias generaciones sentarse a la mesa y mojar pan. Por esos platos que van de boca a oreja de padres a hijos, y llevan años, e incluso décadas en pie. Con esta filosofía continúa al pie del cañón el Bar El Paso (situado en la avenida de San Blas, en el número 30, de Cáceres). El emblemático local acaba de cumplir 44 años. Se distingue por ser uno de los establecimientos más longevos de la capital cacereña regentado por el mismo dueño.

Benito Nieves Utrera (Cachorrilla, 1946) es, más que un hostelero, una institución en el barrio. El secreto para aguantar todo este tiempo gozando de una clientela que no falla y una popularidad en aumento, lo tiene muy claro Benito: «cada jornada se puede disfrutar de los mejores desayunos, aperitivos caseros y raciones. Servirle un pincho al cliente es una forma de agradecer que nos haya elegido. Somos un sitio de encuentro. Aquí seguimos disponiendo de fieles parroquianos desde el primer día que abrimos. La cocina es de lo más tradicional con propuestas sencillas. Somos especialistas en torreznos, prueba y magro de cerdo, carrilleras, carnes de caza, entre otros numerosos manjares».

La calidad de los guisos que realiza su mujer Esperanza Clemente, junto a la maravillosa labor que desempeñan su cuñado Luis y su hijo Juan Jesús, además de ese entorno rústico y acogedor, hace que el local se haya ganado con creces el favor del público de todos los puntos de la ciudad, la región y diferentes municipios españoles. 

En una trayectoria tan larga hubo grandes momentos de gloria y también de debilidades que se fueron superando con el empuje de toda la familia. «Somos un equipo competente», señala.

Con esta carta de presentación, solo se puede añadir que aquí todo está a pedir de boca. Del atleti, taurino, empezó a trabajar de camarero con 17 años en Palma de Mallorca, después llevó a cabo el servicio militar en Cáceres y lo compaginó con un empleo en El Pato. Lo dicho, Benito es toda una institución en San Blas.