La Audiencia Provincial de Cáceres ha condenado a tres años de prisión al autor de un incendio que arrasó casi doscientas hectáreas. Estaba previsto que el juicio se celebrara este martes en el palacio de justicia pero finalmente antes de la vista las partes, defensa y fiscalía, alcanzaron un acuerdo sobre la condena. El acusado compareció vía telemática desde los juzgados de Navalmoral de la Mata para conocer el veredicto. Aparte de la pena de cárcel, el condenado deberá abonar una multa de 18 meses a razón de dos euros diarios.

También deberá abonar hasta 30.000 euros en concepto de indemnizaciones, tanto a la Junta de Extremadura por los servicios extinción del Infoex (27.231,64 euros) como a los dueños de las parcelas que se vieron afectadas por las llamas (3.999 euros). De la misma manera deberá indemnizar a la empresa Telefónica con 1.378,32 euros) por daños en líneas, cables y postes de madera. En su escrito de acusación, el ministerio público pedía para el acusado cinco años y medio de cárcel. 

De esta forma, el autor de 48 años y con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, reconoció los hechos que se le imputan ante el juez. Así, tal y como recoge el escrito del ministerio público, en agosto de 2016, el acusado se valió de un mechero y procedió de madrugada a incendiar en dos focos diferentes un paraje cercano al hospital Campo Arañuelo y Los Cerros en Navalmoral de la Mata. Entre ambos focos existió una separación de 2.208 metros. Debido al fuego, se calcinaron 179 hectáreas de terreno forestal, matorral y arbolado, y resultaron afectadas hasta cinco parcelas. En su extinción participaron 11 técnicos, 88 obreros, 18 vehículos y un helicóptero. 

El acusado fue detenido dos meses después de que se produjeran los hechos por la Guardia Civil y permaneció en prisión provisional desde el 18 de octubre de 2016 hasta el 26 de junio de 2017. Según expuso la benemérita tras su detención provocó el fuego «como medio de distracción para cometer un robo en una vivienda de material que luego tenía previsto vender como chatarra».