En 2012 fue elegido secretario general del PSOE de Cáceres, cargo que repetirá los próximos cuatro años tras el apoyo aplastante de la militancia. Miguel Ángel Morales Sánchez (Cedillo, 22 de junio de 1963) dice que huye del boato, la ostentación, el chalet de lujo y el cochazo. En esta entrevista habla claro: Cáceres ha sufrido un desequilibrio y por eso defiende que necesita más inversión.

Arriba los pobres del mundo’. Continúe esa letra...

Es La Internacional, pero de memoria no la sé.

Viene a colación porque visto con perspectiva histórica, ¿se han alzado los pueblos?

La sociedad ha cambiado mucho gracias a la lucha que realizaron los movimientos de izquierda. Hemos evolucionado y no son aquellos años en los que los trabajadores estaban oprimidos; ahora tienen sus derechos.

¿Y por qué con la subida de la luz ningún pueblo se alza?

El precio del kilowatio está disparado y hay una prepotencia, arrogancia e impunidad de las grandes eléctricas. Ha sido un problema de todos los gobiernos. Como no se tomen medidas la gente tendrá que organizarse contra el poderío de las eléctricas.

Ya está sucediendo en Serradilla a propósito de los desembalses.

Sí. Se ha alzado contra el expolio que ha supuesto el desembalse incontrolado de Alcántara para producir energía y que ha dejado al Parque Nacional de Monfragüe en estado calamitoso. La Junta ha sido demasiado laxa por no sancionar a la empresa.

¿Por qué y cuando entró en política?

En 1987 de concejal de Cedillo. Éramos jóvenes y pensábamos que teníamos que cambiar la dinámica porque el pueblo se moría. El alcalde, ‘Botines’, me llevó de número 2; yo ya estaba afiliado al PSOE, pero al ir en una lista independiente el partido me expulsó. Volví a entrar cuando el PTUC de Santiago Carrillo se integró en el PSOE. En 1999 llegué la diputación de la mano de Pilar Merchán. Jamás pensé ser secretario general, pero en 2012 un grupo de alcaldes del norte de Cáceres me convencieron; y aquí estoy.

Usted sabe bien de gallineros revueltos en las filas socialistas. ¿Qué ha hecho para lograr el consenso que le ha dado nuevamente la secretaría general de su partido?

En 2012 el PSOE estaba fracturado. Siempre he pensado que el partido no es de nadie, que es de todos. Intentar imponer tu criterio porque crees que tienes más capacidad de decisión o más apoyo es un error. Lo que he hecho ha sido buscar encuentros. El partido no es la ejecutiva, no es una mesa camilla, es la suma de un esfuerzo colectivo, sobre todo de los pueblos. No es centrarlo en Cáceres, Plasencia o Navalmoral. Aquí lo importante es la militancia, somos 3.300 militantes y son los verdaderos protagonistas, especialmente los que ni tienen ni nunca tendrán puestos de responsabilidad y están dando el callo y luchando. He hablado con todos, incluso con los que aún hoy son críticos conmigo, pero escucharlos es la mejor forma de unir al partido.

Nada que ver con sus compañeros de Mérida o Badajoz. Allí sí que anda revuelto el gallinero.

En 2017 el compañero Rafa Pacheco confrontó conmigo legítimamente y no tengo ningún reproche hacia eso. Osuna ha entendido que podía ser una alternativa a Lemus: respeto absoluto. Sí me ha causado sorpresa; después de que Guillermo (Vara) era candidato único, y a nivel nacional Pedro Sánchez. Todo el mundo asume que eran los últimos años de Guillermo y parecía que iba a haber candidato único en todos sitios. Pero no entro a valorar. Estoy agradecido a Cáceres por haber entendido que esto es un proyecto común, una suma compartida. Es un orgullo que nadie confronte conmigo y voy a dejar en mi último mandato un partido muy unido, con gente de preparación impresionante.

¿Cuántas veces ha dado un puñetazo sobre la mesa de Mérida en defensa de los intereses de Cáceres?

Algunas. Es una realidad evidente: Cáceres no tiene el mismo potencial que Badajoz. A lo mejor si el Plan Badajoz hubiera sido el Plan Cáceres aprovechando el pantano de Alcántara, otro gallo hubiera cantado. Cáceres necesita que haya una discriminación positiva, gestos e inversiones para tener la relevancia que debe tener. Ha habido un desequilibrio en estos últimos años. Hemos tenido alguna disparidad de criterios con la mina o el nombramiento de la delegada del Gobierno. ¿Por qué Cáceres no puede tener cargos institucionales importantes? Me consta que Guillermo está haciendo un esfuerzo por atraer inversiones para la provincia, pero siempre digo que no tengo compromiso con la Junta ni con el presidente, sino con los militantes de mi provincia que me han traído hasta aquí. Por tanto ahí voy a estar luchando.

Ese no crecer al mismo ritmo que Badajoz se evidencia en la despoblación. ¿Es culpa de los políticos?

Los políticos debíamos hacer más. Potenciar que las nuevas generaciones trabajen en los pueblos, obligar a que las empresas paguen sus gravámenes donde se asienten, obligar a las telefonías a instalar 5G. Aún así es un problema tan complejo que es difícil simplificar la culpa, aunque si desde el poder público se trabajara realmente en el mundo rural (no con discursos sino con inversiones), las cosas cambiarían.

Se habla del turismo como alternativa, ¿pero no sería mejor una revolución industrial basada, por ejemplo, en las baterías de litio?

Tengo 58 años y soy bastante analógico. No sé por qué la panacea son las baterías de litio y no los aerogeneradores o las placas solares.

-¿Está en contra de la mina ?

-Defiendo el posicionamiento del alcalde Salaya. La mina se ha planteado mal desde el principio. Si se hubiera empezado diciendo que Cáceres tendría a cambio una fábrica de baterías con 1.500 empleos... pero una extracción a cielo abierto, casi en el corazón de la ciudad, sin saber los beneficios, es complicado de asumir. No podemos vivir del aire o de enseñar a los turistas un gorro de montehermoseña sino de actividad económica para que los jóvenes se queden. Eso sí, nunca a costa de los beneficios de las grandes empresas.

¿El centro budista es una milonga?

Se está avanzando en ello. Es una oportunidad, abrir a Cáceres al mundo más allá de colores, razas o religiones.

¿Qué opina del retraso continuado en las obras del AVE?

Una vergüenza, una sinrazón para Extremadura. Aquí todo el mudo ha prometido. Ahora por lo menos se visualizan los postes eléctricos. Ojalá circulen como dicen el año que viene. Hemos sido olvidados y es responsabilidad de todos. Cáceres con el AVE tendrá una explosión importantísima. Que los plazos no se hayan cumplido es un agravio.

Y al fin parece que habrá puente sobre el río Sever.

Otra sinrazón. Hablamos de despoblación: no es el puente de Cedillo ni de Morales como decía un presidente del PP de la diputación. Es el puente que puede generar una comunicación al norte de Portugal y una salida rápida. Acabaría con el aislamiento secular de una zona deprimida de la frontera.

¿Qué le parece que Plácido Domingo llenara el Teatro de Mérida?

Que en la vida no todo vale. No voy a aplaudir a alguien cuyas actitudes van contra mis principios. 

¿Qué sintió al escuchar la frase: ‘Fuera maricas de nuestros barrios’?

Repudio e impotencia. Si un partido defiende ese planteamiento no puede ser legal.

¿Qué opina de la monarquía?

Defiendo la Constitución, pero desde mi punto de vista todos los cargos públicos deberían ser elegidos por la ciudadanía y no por una dinastía. Es como con el Consejo General del Poder Judicial: no entiendo que los jueces tengan que elegirse entre ellos.

Hay grandes toreros extremeños en el escalafón, pero en Cáceres no pueden torear.

La plaza está en ruinas y la diputación cuenta con una partida presupuestaria para su arreglo. Soy taurino y los toros generan riqueza. Sin toros bravos seguramente la raza hubiera desaparecido.

Usted encarna en líneas generales la esencia de la izquierda.

Tengo unos valores pero no me considero un referente de nada. Me molesta la farándula, el sectarismo, el protocolo y el boato. Me molesta que no nos pringuemos más en los valores, la ostentación, el tener un pedazo de chalet o un cochazo. Quiero vivir como soy.

Ha comentado que este será su último mandato. ¿Cuál es su futuro?, y no diga aquello de ‘mi futuro está en manos del partido’, como dicen todos los políticos.

Cuando acabe mi mandato dentro de cuatro años ejerceré nuevamente de abogado.