En plena era del cambio climático, de la sostenibilidad y del celo por el planeta, casi la mitad de los municipios cacereños siguen vertiendo sus aguas residuales sin depuración. Productos químicos, sustancias fecales, microorganismos y desechos industriales llegan a los ríos de la provincia. España figura entre los países que aún incumplen la directiva europea sobre el tratamiento de las aguas sucias. Bruselas lleva años avisando y las multas han comenzado a llegar a los ayuntamientos de más de 5.000 habitantes, pero se extenderán al resto.

Es urgente actuar y la Diputación Provincial ya ha puesto en marcha un proyecto de envergadura para alcanzar los ‘vertidos 0’ en la presente década. Se trata de la construcción de 70 depuradoras para los 99 municipios (hay 223 en la provincia) que aún no las tienen. Este ambicioso proyecto se denomina Plan Depura y también, al igual que la reforma de las presas, corre a cargo del nuevo Consorcio MasMedio.

«Vamos a licitar ya las primeras 11 depuradoras de la Fase I. En Diputación nos encargaremos de los municipios menores de 2.000 habitantes, y la Junta del resto», explica Alfonso Beltrán, vicepresidente segundo y diputado responsable de Medio Ambiente y Transición Ecológica.

«Son proyectos complejos que necesitan su tiempo, así como los permisos sectoriales tanto de Medio Ambiente como de la Confederación Hidrográfica del Tajo, pero si todo marcha según lo previsto, posiblemente en la primavera del año que viene podremos estar ya licitando estas 11 obras. Al mismo tiempo vamos a iniciar la redacción de los proyectos de la Fase II. En cada una queremos sacar adelante una decena de depuradoras», anuncia Beltrán.

La idea no es construir una infraestructura en cada pueblo, sino aprovechar las cuencas y su gravedad para, si lo permite el terreno, ampliarlas a más de un municipio y evitar el derroche de recursos. El ejemplo es Sierra de Gata: 11 estaciones limpian las aguas de 20 localidades. También Las Hurdes depura ya al completo.

Pero además, el Consorcio MasMedio ha asumido la tarea de gestionar las depuradoras de aguas residuales que ya estaban construidas, y que muchas veces escapan a la capacidad de los ayuntamientos. En solo un año se encarga de 27 estaciones y prevé que aumenten a 17 más durante 2021.