Nació en Cáceres en 1948 y su fallecimiento ha causado una honda consternación. Justo García Rubio participó en la Bienal de Venecia y fue finalista del Premio Nacional de Arquitectura. Con él se va uno de los principales referentes de la arquitectura de vanguardia y su obra más famosa, la estación de autobuses de Casar de Cáceres, lo situó en la élite. Hijo de maestros, padre de una hija, estudió primero Magisterio hasta que finalmente cumplió su sueño de hacerse arquitecto.

Estación de Casar de Cáceres. EL PERIÓDICO

Feliciano Robles, conocedor de su obra, recordaba que sus proyectos constituyen un juego sinuoso y ondulante. Su primera obra propia fue la Sede del INEM en Cáceres, pero también destacan el Área de acogida en Guadalupe, el depósito de agua en Ribera del Fresno o el Módulo de atletismo de la capital cacereña. Laureado y reconocido, con él se va un referente del arte.