Una grúa de cien toneladas se elevó este miércoles en la plaza Mayor y acaparó las miradas curiosas por su envergadura, casi a modo de metáfora de la macroproducción que la capital cacereña acoge estas semanas. El gran vehículo se encarga del soporte de la iluminación, tan magnánima como el rodaje, y pertenece a la flota de Grúas Eugenio, una de las empresas locales que entre tantas este mes dan servicio a la productora para que el rodaje sea una realidad. 

Una grúa de cien toneladas para instalar la iluminación. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

A lo largo de este mes, e incluso antes, desde que la producción instaló su base europea en la ciudad, negocios locales, alojamientos y hosteleros abastecen al equipo y las necesidades logísticas de la macroproducción. En total, la previsión hotelera supera las 900 plazas de ocupación de técnicos y elenco. En ese sentido, coinciden en el beneficio que aportan producciones de este calibre a una ciudad como la cacereña. Entre ellos, precisamente el responsable de Grúas Eugenio se muestra tajante. «Un rodaje de estas características te arregla el año». Este es el balance que hace Diego Hernández, responsable de la empresa, que aparte de aportar infraestructura para iluminación, cámaras y decorados, abastece de grupos electrógenos y servicios en Valhondo y El Cuartillo. «Llevamos mes y medio trabajando ya y nivel económico nos viene fenomenal», pone de relieve e insiste en que además no sirve solo de impulso a la propia ciudad sino que «le da vida a la provincia» porque los beneficios también repercuten más allá de las fronteras de la capital.

En la misma ubicación, en la plaza, el centro neurálgico de la entrada al rodaje, que se concentra en el casco antiguo, los hosteleros aseguran que en las últimas semanas han advertido un aumento de clientela relacionada con la grabación. «Se nota y todo lo que sume, bienvenido sea», expone Manuel Rey, uno de los hosteleros de la plaza 

Más alejados del epicentro pero con la misma influencia se expresan los alojamientos. El equipo se reparte en los hoteles de la capital, entre ellos, el Extremadura Hotel, establecimiento que acoge en su mayoría al equipo técnico. Por su parte, el responsable del establecimiento Alejandro Picardo pone de manifiesto que desde hace un mes ya han ido recibiendo huéspedes del propio rodaje pero ha sido a partir de esta semana, coincidiendo con el inicio de la grabación, cuando han acogido al grueso y han copado las plazas, una situación que unida a la respuesta de viajeros por el puente de octubre, deja un balance positivo en los alojamientos. «Es muy de agradecer porque tenemos una base de ocupación cubierta de clientes y eso nos da tranquilidad», sostiene al tiempo que concluye con un sentimiento común: «Que vuelvan a a rodar».