El Equipo de Delitos Tecnológicos de la Comandancia de Cáceres de la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal dedicada a cometer estafas a hosteleros cacereños, a través de llamadas telefónicas en las que se hacían pasar por técnico de empresas eléctricas para saldar deudas.

Gracias a la operación Enchufes, los agentes han detenido a dos personas e investigada una más, en las provincias de Barcelona y Gerona, por los delitos de estafa, usurpación de estado civil y pertenencia a organización criminal.

La investigación se inició hace un año, después de que un hostelero presentara una denuncia ante la Guardia Civil de la localidad cacereña de Ibahernando, en la que relataba que había recibido una llamada telefónica de una persona que, haciéndose pasar por un operario de su compañía eléctrica, le conminaba a saldar, de forma urgente, una deuda con la compañía.

En la llamada, este presunto técnico le amanazaba a cortarle la luz de manera inmediata, tras lo que el denunciante accedió a realizar un pago de 302 euros, facilitando para ello los datos de su tarjeta de crédito y aceptando después los códigos que recibía vía SMS para completar la operación.

Estafa en nueve pueblos de la provincia de Cáceres

Posteriormente, comprobaría que la supuesta deuda no era tal y que había sido víctima de una estafa, por lo que presentó esta denuncia, según relata la Guardia Civil y recoge Europa Press.

Así, y bajo la dirección del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 2 de Trujillo, en la investigación se logró recopilar otras nueve denuncias que habían sido presentadas por hechos similares, en varias localidades de la provincia de Cáceres y otras cuatro denuncias ante la Policía Nacional, y fuera de la provincia.

Con todas ellas se obtuvieron numerosos indicios que hacían presumir la autoría a un grupo de personas residentes en Cataluña y más concretamente en localidades de las provincias de Barcelona y Gerona.

En concreto, las denuncias interpuestas en la provincia de Cáceres se recogieron en los puestos de la Guardia Civil de Ibahernando, Madroñera, Torrejoncillo, Plasencia, Navaconcejo, Ceclavin, Garrovillas, Guadalupe y Hervás, mientrsa que el resto se produjeron en comisarías de Puerto del Rosario (Las Palmas Gran Canaria), Segovia y Gandía (Valencia).

En total, el montante defraudado, en poco más de un mes, ascendía a cerca de 16.000 euros consumados y 2.000 euros en grado de tentativa, señala la Guardia Civil.

Durante la pandemia

La estafa se cometió aprovechando la situación del cierre total o parcial de la hostelería en Extremadura y otras regiones, debido a la covid-19, cuando los integrantes del grupo realizaban llamadas en las que se identificaban como técnicos de empresas eléctricas y conminaban a los titulares de establecimientos hosteleros a saldar supuestas deudas o facturas pendientes de pago, bajo el apercibimiento de cortarles el suministro eléctrico con carácter inminente.

Tras esta llamada, los propietarios de los locales quienes accedían a proporcionar al estafador los datos de sus tarjetas de crédito/débito para abonar las cantidades reclamadas y poder seguir atendiendo sus negocios. Estos cargos aparecían en sus cuentas bancarias bajo el concepto de 'Correos/London', induciendo a las víctimas a creer que habían sido estafadas por 'hackers' afincados en Reino Unido.

El Equipo de Delitos Tecnológicos (EDITE) se pudo averiguar que para la comisión de las estafas se habían utilizado cinco números telefónicos cuyas titularidades habían sido suplantadas, así como varias cuentas bancarias abiertas online y la utilización de tarjetas de crédito pertenecientes a entidades financieras extranjeras, como es el caso de una financiera con sede en Reino Unido, la cual opera en España y emite tarjetas bancarias que comercializa Correos, de ahí que figurase en los extractos bancarios los cargos fraudulentos bajo el concepto 'Correos/London'.