Los artesanos del mercado navideño de Cáceres volvieron a echarse ayer a la calle en lo que fue el segundo día consecutivo de protestas contra la decisión de la concejala de Comercio, Marián Costa, de instalar los puestos en la plaza Mayor y no en Cánovas, como se venía haciendo antes de la pandemia del covid-19.

Rubén Fernández, uno de los artesanos más indignados con el consistorio cacereño, lamentó que «por un capricho de la edil, unas 15 familias perdamos entre el 40 y 50% de la economía anual de nuestros ingresos, esto supone una cifra aproximada a los 6.000 euros. Las ventas de toda la vida han funcionado bien en Cánovas que es el centro de la ciudad, en la plaza van muy mal, ya que no pasa el mismo número de personas».

«Pagamos alrededor de 900 euros todos los años por poner el puesto, en apenas tres metros cuadrados. En Cánovas nos salen las cuentas, pero en la plaza no nos salen. Deseamos recuperarnos económicamente después de todo lo que hemos pasado, y no pueden trasladarnos a su antojo con la excusa de que es mejor para dinamizar el comercio de otros sectores».

Por este motivo, Inma Polo, artesana experta en productos elaborados con corcho y jabones naturales, destacó que «muchos de nosotros nos estamos planteando irnos a otras ciudades en estas fechas, porque no es rentable lo que nos ofrece el ayuntamiento. Nos gustaría poder pasar la Navidad con las personas que queremos, aunque es vergonzoso lo que está haciendo Costa con los comerciantes que llevamos tanto tiempo montando los negocios en Cánovas».

Pese a las críticas de este colectivo, el portavoz del Gobierno municipal, Andrés Licerán, se mostró ayer firme y aseguró que la decisión «es inamovible». Además, el edil indicó que «cualquiera ciudad europea que presuma de un mercado navideño lo instala en la plaza más céntrica del municipio, y que eso es lo que hemos hecho».

Revitalizar la plaza mayor cacereña

A juicio de Licerán, «la presencia del mercado en la plaza Mayor no hará otra cosa sino que impulsar el comercio local y la hostelería del centro y de la parte antigua, uno de los objetivos principales del gabinete socialista». Del mismo modo, el portavoz añadió en su comparecencia que respeta la reivindicación del colectivo de artesanos, a cuyos representantes han «escuchado», pero insistió en que «la ubicación de la plaza es la más idónea porque con ella se dinamiza esta zona y la de San Pedro, Pintores y San Juan».

Mientras Licerán mostraba su postura, las pitadas de los artesanos se escuchaban en la sala de prensa en la que el portavoz comparecía. Pero, lejos de achicarse, fue contundente: «Si instalamos los puestos en la plaza se mejora la separación entre personas y corregimos las quejas vecinales que dicho mercado ha despertado entre vecinos del entorno de Cánovas».

«En Cánovas nos salen las cuentas, pero en la plaza no nos salen», asevera Rubén Fernández

Licerán llegó a decir incluso que «los manifestantes eran una minoría, puesto que hay otros muchísimos comerciantes que sí están de acuerdo con la ubicación. No es mayoritaria la protesta», zanjó. Y aventuró que «todos los estands se llenarán» y que si los artesanos que protestan no ocupan sus puestos, serán ocupados por otros ya que hay lista de espera.

Pero, también, el portavoz vaticinó que el mercado en la plaza «va a ser todo un éxito y ya no hay más vuelta atrás. Nuestro deber como ayuntamiento es tomar decisiones y esta ya está tomada».

Respecto a si otras iniciativas como la Feria del Libro o Extregusta, que se celebran en Cánovas, pasarán a la plaza, el edil apuntó que «cada cuestión la analizaremos cuando tenga que llegar y hablaremos con los afectados... y cada evento lo podremos ir estudiando para poder decidir una ubicación». La previsión es que el mercado navideño se abra en diciembre con alrededor de 40 estands