10 años son muchos números. Son 3.650 días. Son 14 asociaciones federadas, 30 cuidadores desde fisioterapeutas, logopedas, psicólogos y terapeutas ocupacionales, 29 residentes en el edificio situado en el barrio de Nuevo Cáceres (con una media de 43 años), Pero, sobre todo, son una gran familia. Julián, actual gerente. Carlos y María, trabajadores. Victorina, una de las primeras usuarias. En realidad, son solo algunos de los nombres que constituyen Cocemfe Cáceres, la Confederación Española de personas con Discapacidad Física y Orgánica, que está de cumpleaños y ayer lo celebró con un emotivo acto en sus instalaciones, donde se reunieron autoridades y empleados que han hecho posible esta década cargada de trabajo, lucha y avances en favor de la igualdad de oportunidades.

La cita conmemorativa de este décimo aniversario tuvo lugar en el salón de actos, con la asistencia de autoridades y responsables de los asuntos sociales como el gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) de la Junta de Extremadura, José Vicente Granado; el alcalde de la ciudad, Luis Salaya; la diputada de Políticas Sociales de la diputación cacereña, Amelia Molero, entre otras.

Había mil batallas que librar y en ellas han estado y siguen al pie del cañón. En la plena inclusión, el acceso a la educación y el empleo, el transporte adaptado, la eliminación de barreras, la financiación... En lograr, al fin, para todos ellos una vida plena e independiente. Del mismo modo en la guerra del lenguaje, una de las que aún no está ganada. 

La usuaria Victorina Cruces. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

La residencia está concertada con el Sepad desde 2011 y cuenta con una aportación de 1,5 millones de euros por parte de la entidad pública para la prestación de servicios. «Intentamos que sea una residencia viva donde las personas no estén simplemente alimentadas y cuidadas, sino que también puedan desarrollar su proyecto de vida independiente», señaló Julián Álvarez a los medios.

Por su parte, Granado elogió el «trabajo increíble que Cocemfe hace por y para las personas con discapacidad» y les animó «a seguir trabajando y crecer en nuevos modelos de habitabilidad».

En esta línea, el regidor, Luis Salaya, resaltó «la labor de esta residencia que trabaja por la inclusión social de sus usuarios», y valoró «lo mucho que se ha avanzado en este campo» aunque «aún queda bastante por avanzar en el ámbito de la discapacidad».

Victorina Cruces, natural de Campanario (Badajoz), ingresó en el centro en febrero de 2011. Padeció una discapacidad física justamente unos meses después de nacer (Parálisis Cerebral Infantil). La escritura es para ella la mejor forma de trasmitir sus pensamientos a los demás y siempre recibe a las visitas con una amplia sonrisa

Los cuidadores Carlos Mañero y María Torres. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Queda mucho por hacer. Muchas barreras por derribar. «Llegué aquí con una gran dosis de ilusión y de miedo. Han pasado 10 años y estoy contenta de vivir en la residencia ya que, pese a mis limitaciones físicas, gracias a la ayuda diaria que recibo, puedo llevar una vida semejante a la de cualquier persona sin discapacidad», apuntó Cruces satisfecha.

¿Qué cualidades hay que tener para atender a los enfermos? «Lo más importante es conocer bien el diagnóstico y el pronóstico de la persona que se va a cuidar para poder organizarse y llevar el proceso mejor. Nosotros entramos con ellos en el aseo, en la ducha, en el comedor... Cada día realizamos unas funciones distintas. Les damos solución a sus necesidades. Además llevamos a cabo tareas de coordinación», responden los cuidadores del centro Carlos Mañero y María Torres. 

Todos pusieron voz a los deseos. No hubo velas en la fiesta, pero sí globos, celebración e invitados. 10 años son un montón pero muchos quedan por llegar para Cocemfe, que es para Cáceres como de la familia.