Ha vivido un año inmersa en un conflicto laboral sin precedentes en la capital. Feafes Cáceres, entidad que la contrató hace tres años y que ya no existe, le adeuda once meses de salarios, y ahora, tras la extinción del contrato del Sepad con la entidad y el cambio de emergencia a una nueva empresa que aseguró quedarse con la plantilla, queda fuera. Paloma Reyes ha sido la única trabajadora del servicio que durante años se ha prestado en Mejostilla que no ha sido subrogada por Ciudad Jardín. «Me sentó como un jarro de agua fría porque hasta ayer --por el martes-- estuve trabajando», lamenta. En ese sentido critica que se le haya omitido de la lista ya que según expone, ella forma parte de los 18 empleados fijos. Incide, en ese sentido, en que a la situación de impagos que arrastra por parte de Feafes, «me deben 15.000 euros», sostiene, le añade que no sigue en su puesto. «Ahora me quedo sin trabajo», pone de manifiesto.

Por su parte sobre este asunto, el Sepad defiende que no ha participado en las negociaciones y Ciudad Jardín expone que «de los trabajadores que había en el listado únicamente se han subrogado los 24 trabajadores vinculados al concurso». En ese sentido, Reyes aseguró que se reunió con la dirección de Ciudad Jardín y anunció que irá a los tribunales para reclamar lo que considera que es su puesto.