El gobierno local de Cáceres cerró este viernes una de las decisiones más importantes que adoptará en la legislatura. El alcalde, Luis Salaya, firmó el préstamo de 8 millones que Abanca concede al ayuntamiento para la financiación de inversiones. El consistorio obtiene liquidez para una treintena de gastos. No tiene que depender de mayores ingresos corrientes, ni de venta de suelo ni de la concesión de fondos europeos. Esos 8 millones se pueden ir gastando en cuanto estén adjudicados los concursos de obra y se presenten las primeras certificaciones. Esta operación pone la deuda viva del ayuntamiento en 16,5 millones de euros a 31 de diciembre. Un millón más que un año antes. Es una cantidad reducida si se toman en cuenta los datos de los últimos años. Al cierre de 2011, por ejemplo, había una deuda de 41,3 millones de euros.

El crédito que se firma con Abanca tiene un periodo de amortización de ocho años. Los dos primeros son de carencia y solo se pagarán intereses. En los seis restantes se abonarán 24 cuotas, una cada trimestre. Al concurso que convocó el ayuntamiento se presentaron tres ofertas. La de Abanca era la que ofrecía un tipo menor (variable referenciado al euribor trimestral más un diferencial del 0,33%). Los otros licitadores, Unicaja y Cajalmendralejo, ofrecían un diferencial más elevado. 

Con esta nueva operación son tres las que el ayuntamiento tiene vivas con bancos, una de las cifras más bajas de los últimos años. La capacidad de endeudamiento que tiene el ayuntamiento es muy superior a los 8 millones de la operación firmada por Salaya. Está por encima de la que contrató su predecesora, Elena Nevado llegó a concertar un préstamo de 5,7 millones para inversiones, pero por debajo de la que se contrató en el mandato de Carmen Heras, fueron 9,8 millones de euros.

Una vez ingresado el dinero de Abanca, el ayuntamiento puede ir sacando a licitación las obras que ya cuenten con proyecto. Una de las primeras será la semipeatonalización del eje San Antón-Parras, con solo 200.000 euros de inversión, pero de las más significativas que se acometerán con este crédito porque transforma uno de los ejes centrales de la ciudad, generó un fuerte rechazo entre comerciantes cuando se presentó y mejora la accesibilidad en el entorno de Alzapiernas. El proyecto de la semipeatonalización «está acabándose» y será «de las intervenciones que empezaremos a ver en los próximos meses», comentó el alcalde.

La mayor inversión se acometerá en el cementerio con un gasto de 1.180.000 euros. Una de las deficiencias a la que no han dado solución las últimas corporaciones ha sido a dotar al cementerio de suficientes nuevos nichos. Las fases en las que se ha acometido la ampliación han resultado insuficientes. La situación más grave se vivió en 2020, coincidiendo con el confinamiento, cuando la ciudad se quedó sin nuevos nichos y columbarios y se tuvieron que reutilizar los vacíos en el cementerio viejo. 

Operaciones a largo plazo del ayuntamiento. JOSÉ LUIS BERMEJO

Otra inversión destacada es un plan de infraestructuras deportivas por valor de 800.000 euros y también la segunda fase de la reforma de la ronda de la Pizarra, que se lleva 700.000 euros, la primera ha salido a contratación esta semana. A dos centros cívicos, el de Cáceres el Viejo y Santa Lucía, se destinará un millón y medio.

Salaya destacó otros tres gastos que entran dentro de las inversiones pactadas con el grupo municipal de Unidas Podemos. Son el carril bici en la avenida de la Hispanidad (400.000 euros), un camino peatonal que comunicará Montesol con el Paseo Alto (150.000) y una red de baños públicos (150.000).

Con este plan de inversiones se busca «dinamizar» la economía local y «generar empleo», según citó Salaya, quien destacó en su intervención tras la firma del préstamo que desde el inicio de la legislatura se ha producido un incremento de 2.422 nuevos afiliados a la Seguridad Social en Cáceres.

Salaya detalló que entre las obras más inminentes están el parque infantil de La Cañada, el parque biosaludable de Las Candelas, el ajardinamiento de la estación de Arroyo Malpartida, el acerado de la avenida de Cervantes, la pista deportiva de Río Tinto, la zona de calistenia del Junquillo y el campo de fútbol playa del R-66. «Tienen su proyecto redactado y son muy inminentes todas». A estas obras de menor tamaño también se sumará la segunda fase de la reforma de la ronda de la Pizarra, la glorieta de la calle Dalia y la plataforma única de la semipeatonalización de San Antón-Parras.

El crédito va a inversiones nominativas. Está ya decidido a qué gastos concretos se destinará el dinero. Esto puede sufrir modificaciones porque algunas de las obras incluidas en el crédito también se presentan en los proyectos a financiar con fondos europeos de recuperación, una es, por ejemplo, la semipeatonalización de Parras y San Antón. Si el proyecto se aprueba, el ayuntamiento pondría la cofinanciación a los fondos europeos y el resto se financiaría con éstos. Esto dejaría libre la parte del crédito firmado este viernes, un dinero que se destinaría a otras inversiones tras una modificación en el presupuesto de 2021. Esto ya ocurrió durante el primer mandato de Elena Nevado, cuando los gastos nominativos del crédito de 9,8 millones que pidió su predecesora se fueron modificando para atender a nuevas necesidades.

Otra de las inversiones que se incluyen en el préstamo de Abanca es medio millón de euros para la adecuación de los terrenos que se destinarán a la construcción de un pabellón para ferias comerciales. Aún no se ha hecho público en qué sitio estaría. En su análisis económico financiero de los presupuestos de 2021, el interventor emitió un informe desfavorable a que esta inversión se financiase con cargo al crédito.