No se podría entender la carrera profesional de Daniel Gil Ramos (06/12/1989, Cáceres) sin tener en cuenta su amor incondicional a Extremadura. Su historia está escrita a base de esfuerzo, dedicación, aprender idiomas y un talento innato. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid, así como un máster en Comunicación, en esta misma facultad. Ahí comenzaría a esculpirse el joven publicista que ficharía Google hace cuatro años y medio. La clave ganadora de su educación, opina Daniel, ha sido que sus padres «no nos obligaron ni a mí ni a ninguno de mis dos hermanos (Víctor y Rocío) a nada, aunque nos animaban a todo».

Sus primeros pasos arrancan en la capital de España. Recuerda la etapa vivamente, pero confiesa que en aquel momento no se imaginaba fichando por una de las principales empresas tecnológicas del mundo: «Encontré mis primeras oportunidades laborales en varias agencias de publicidad de renombre. Después di el salto al universo de la consultoría. Allí me especialicé en saber cómo se gestiona y funciona una empresa (contar con un buen equipo de trabajo, manejar adecuadamente los recursos financieros, la imagen corporativa, el cálculo de resultados...). También me formé en el campo del comercio electrónico que cada vez tiene más adeptos, siendo el mercado online importante para el desarrollo de muchísimos negocios. Puse mis conocimientos en práctica con una firma extremeña de quesos. Seguidamente, pasé por Philips para diseñar su tienda digital en España. Siempre pensaba que el sacrificio me tendría que llevar a algún sitio, pero Google estaba bastante lejos», explica al Periódico con gran orgullo al otro lado del teléfono desde Dublín (Irlanda).

«Ser constante, trabajador y humilde», la fórmula que lo ha llevado hasta Google

Habla con voz suave. Es sonriente y de gesto amable. Hasta parece que se sonroja cuando se le expresa admiración por todo lo que ha conseguido. Daniel asegura que se ha adaptado perfectamente al país irlandés. Él es gestor de cuentas publicitarias y dirige junto a tres compañeros el equipo comercial para Google en Portugal. Su trabajo consiste en asesorar a pymes y multinacionales (Carrefour, El Corte Inglés, MediaMarkt...) que invierten en los formatos publicitarios del gigante tecnológico para que vendan más. «Estoy viviendo una experiencia increíble», destaca Gil.

El joven cacereño señala que su vida gira alrededor de la empresa, pero que eso también le motiva. Aunque igualmente dispone de tiempo para salir a pasear y estar con sus amigos. Sobre su futuro, apunta que no quiere ponerse techo y que algún día le gustaría volver a la región, seguirá levantándose muy temprano y repitiendo la fórmula del éxito que lo ha llevado hasta Google: «Ser constante, trabajador y humilde».