Cuando en el año 2016 se presentó el plan director de la muralla, lo que se esperaba era que sus propuestas tardarían bastante en ejecutarse o, simplemente, que algunas de sus iniciativas nunca se acometerían. Pero en seis años ya hay una parte que se ha iniciado o, lo más importante, que cuenta con financiación para ello, casi toda estatal o de fondos europeos. En tres de sus tramos se podrá actuar: ya se ha hecho en el baluarte de los Pozos, todavía inacabado y con cierta sorpresa por las distintas tonalidades que ahora tiene la torre. El año que viene se actuará en el tramo entre la torre del Aver y la puerta de Mérida, la fecha de inicio dependerá de lo que se tarde en la adjudicación de la obra, y en 2023 se intervendrá entre las torres de Bujaco y Hornos.

No solo se trata de garantizar la conservación del monumento, sino también de redescubrirlo y que se gane como un nuevo reclamo para el turismo. Pero esta parte no se afronta en su totalidad. Pese a que el plan director propone la expropiación y derribo de casas que a lo largo de los años se han ido adosando a la muralla, esta intervención no se hará. Propone esta supresión en el tramo entre Bujaco y Yerba y también en torre Redonda, entre otras partes de la muralla. Al menos en esta legislatura, en el año y medio que queda, no se espera que se puedan recibir más fondos para la restauración de la muralla y ni está previsto por el gobierno local afrontar esa eliminación de casas.

Propuesta del plan director para el tramo entre Bujaco y Yerba. Cristina Plata

El coste de las expropiaciones o compra de las viviendas, además del proceso judicial que se podría iniciar si no hay un acuerdo sobre el justiprecio, hace que se desista y que los trabajos se centren en la restauración del lienzo de la muralla y de torres y en hacer transitable una nueva parte del trazado de la muralla, entre la torre de Bujaco y la de la Yerba, en el adarve del padre Rosalío y en una parte del tramo entre Yerba y Hornos.

Hacer transitable esos nuevos tramos será el resultado más llamativo de esta restauración, lo mismo que el vaciado del baluarte de los Pozos, realizado en una parte y que se tendrá que completar. Este sábado la ministra de Movilidad y Transportes, Raquel Sánchez, visitó la reforma que con cargo a fondos del ministerio se ha hecho en el baluarte. Insistió en el compromiso con la conservación del patrimonio -era lo esperado-, pero no avanzó ni habló de si habrá más financiación para la muralla para que ese plan director de hace seis años se siga llevando a la práctica. Quedan otros tramos, como Torremochada, donde hace más de una década se insiste en la necesidad de una intervención, o Caleros, donde son los vecinos lo que desde hace meses piden que se intervenga.