Cáceres recupera el centro de Ríos Verdes como albergue para personas sin hogar. De esta forma, el protocolo Ola de frío, que se activa este miércoles y estará operativo hasta marzo, regresa a su formato habitual tras un año marcado por las restricciones de la pandemia. El pasado año, por motivos logísticos el centro de emergencia social se trasladó al edificio del obispado en la calle Clavellinas debido a que disponía de habitaciones individuales pero ya con la estabilización temporal de la crisis sanitaria, el servicio se ofrecerá en el centro Ágora, con capacidad para diez personas divididos en un módulo para 8 hombres y otro para 2 mujeres. Se da la circunstancia en el caso del edificio de Ríos Verdes el módulo es compartido, una cuestión no permitida en los meses más duros de la pandemia para evitar contagios. 

Esta decisión de recobrar el uso del habitual centro de emergencia se toma en base a los datos de la pandemia, que establecen que la cifra de contagios es controlada, no obstante, advirtieron que la se mantendrá o no en función de la evolución en los próximos meses. En relación al protocolo que se seguirá para evitar casos de coronavirus, solo se mantiene el uso obligatorio de mascarilla. Hasta ahora para poder hacer uso de algún recurso relacionado con el albergue los medios hacían pruebas de antígenos o PCR, pero en esta ocasión fuentes de Cáritas no confirman que vayan a llevarse a cabo ya que dependerán de los fondos de la propia campaña. 

En el caso del centro de Ríos Verdes, inciden en que es un espacio que ofrece albergue a la noche y desayuno y no funciona con los mismo parámetros que el centro Vida o los pisos de vida autónoma, en la que los residentes deben seguir una serie de pautas porque la asistencia es integral y no se limita exclusivamente al alojamiento sino que el objetivo es que las personas «puedan rehacer su vida». Para su funcionamiento el ayuntamiento ha dispuesto una ayuda 21.000 euros. 

En relación a la firma de la campaña que se lleva a cabo entre el propio ayuntamiento y los agentes sociales cada año desde 2008 tuvo lugar este lunes en el salón de plenos del consistorio y contó con la presencia del alcalde de Cáceres, Luis Salaya, de la concejala de Asuntos Sociales, María Jesús Pulido, y de representantes de Cáritas Diocesana Coria-Cáceres, Cruz Roja, DYA Social, Policía Local, Policía Nacional y la obra de las Hijas de la Caridad. Como novedad, se incorpora este año a la campaña el Banco de Alimentos, que donará productos para que DYA los reparta entre las familias.

De esta manera, como cada año la Policía Nacional y Local se encargará de informar a las personas que estén en la calle, DYA y Cruz Roja repartirán comida caliente y mantas por la noche y las personas que lo necesiten podrán ir al centro vida de 10 a 13.30 y de 16.30 a 21 y cuando esté lleno se les derivará a Ríos Verdes. El pasado año el centro de emergencia social de Clavellinas tuvo 9 plazas ocupadas durante todo el período, y se atendieron a 54 personas a lo largo de los cuatro meses del protocolo.

El perfil: hombre de entre 36 a 65 años con estudios primarios y sin empleo

Un hombre con una media de 45 años nacido en España, con estudios primarios y sin empleo. Este es el perfil que elabora Cáritas Diocesana en relación a las personas que han recibido asistencia en el último año debido a que no tienen hogar. 

Tal y como hicieron público esta pasada semana en el balance anual sobre el Centro Vida, principal espacio de acogida de personas sin hogar en la capital cacereña y que gestiona el colectivo dependiente de la Diócesis Coria Cáceres, a lo largo del pasado año pasaron por las instalaciones 70 personas, casi la mitad de los que acudieron a solicitar ayuda en 2020, año en el que tuvo lugar la pandemia. A partir de las personas a las que atienden, Cáritas ha trazado una estadística en la que recoge que la gran mayoría de personas que atendieron hasta el 30 de septiembre de este año son hombres con hasta un 93%. En cuanto a la nacionalidad, exponen que el grueso es español (84%), principalmente procedente de Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. El 16% son de nacionalidad extranjera y el lugar de procedencia de la mayoría es Europa, países de Latinoamérica y Marruecos.

En relación a la franja de edad, la media es de 45 años ya que la horquilla de abarca desde los 36 a los 65 años. Este dato revela que son las personas con mayor dificultad para conseguir un empleo, prestaciones económicas o acceder a recursos, es decir, tienen más dificultades para salir del sinhogarismo.

También elabora una estadística en función de los estudios y recoge que la mitad (57%) posee estudios primarios y un 11% presenta estudios superiores. En cuanto a su estado civil, el 70% son solteros o separados, con apenas vínculos familiares.

Del mismo modo, añade el balance de Cáritas que la mitad de los acogidos (51%) sufre algún tipo de enfermedad mental, y el 42% ha sufrido o sufre algún tipo de adicción. Respecto al empleo, un 67% se encuentra en situación de desempleo, y en espera de una oportunidad para incorporarse a la vida laboral y desde ahí lograr la reinserción social.