Familias cacereñas con escasos recursos económicos recibieron ayer el mejor de los regalos: frutas y verduras frescas; carnes, huevos y miel de proximidad; leche y productos en conserva de las tierras cacereñas; y un extra de artículos navideños para endulzar las fiestas. La Comunidad de Regantes ‘La Concordia’, que reúne a 80 parcelas alineadas en los 9 kilómetros del Marco, junto con otras cooperativas y la ONG Sonrisas en Acción, realizaron ayer la cuarta entrega de alimentos desde el inicio de la pandemia. Se trata de una iniciativa solidaria que parece haber llegado para quedarse.

Los hortelanos del Marco volvieron a mostrar su empatía aportando 150 kilos de repollos, coliflor, acelgas, puerros, espinacas, patatas, cebollas y calabazas. «Así, las familias pueden ahorrar estos gastos y destinarlos a otra prioridad», explica Agustín Rebollo, organizador de la recolección junto con el presidente, Antonio Leal, y la secretaria, Marga Canchal.

 La Fundación Cooprado se ha unido también a la causa con 120 litros de leche, 18 kilos de miel, 16 litros de aceite virgen extra de la almazara de Monroy, y varias docenas de huevos, estos últimos costeados junto con los hortelanos. La Finca Casablanca de ganadería ecológica ha donado hamburguesas de vacuno con un aspecto sublime. Otra cooperativa de Miajadas ha enviado un palet de caldos y tomate frito. Tampoco ha faltado la fruta siempre generosa de González Pulido.

Todo ello ha sido transportado por un vehículo cedido por el Seminario hasta la parroquia del Espíritu Santo, donde Sonrisas en Acción ha organizado la entrega a quince familias en coordinación con Cáritas. Además, la ONG ha añadido turrones, polvorones, bombones, trufas y otras delicias, «porque son productos caros a los que renuncian para poder afrontar otros pagos. Este año no tendrán que hacerlo», señaló ayer la presidenta, Patricia Sierra.