Poco antes de las cinco de la tarde de ayer, la Policía Local tuvo que poner orden en la interminable cola situada ante el punto único de cribado de Cáceres, ubicado en el Centro de Salud de Mejostilla. Los voluntarios de DYA ayudaron al recuento y comunicaron a las personas situadas a partir de un cierto punto de la fila, que ya no les llegaría el turno. Siete enfermeras habían comenzado a realizar los test de antígenos a las tres y media de la tarde y calculaban que no daría tiempo a atender a todas las personas congregadas en la cola, que llegaba a dar tres vueltas al edificio. De hecho, al cierre de las pruebas, a las ocho de la tarde, numerosos usuarios congregados en el exterior comenzaron a increpar, quejarse y lanzar pitidos a las puertas del recinto pidiendo que se prolongara la jornada ante las circunstancias actuales (se adjunta vídeo).
Esta es la situación de la capital cacereña a un día de la Nochebuena, con los antígenos agotados en las farmacias y con la única posibilidad de recurrir al cribado del SES para tener cierta garantía de acudir sin el virus a las cenas y comidas familiares que se avecinan estos días. Pero el personal sanitario no da abasto. «Tenemos que parar las colas en algún punto para que descansen los equipos. Cada persona requiere una atención de unos quince minutos», explicó ayer tarde la Consejería de Sanidad. «Mañana (por hoy) se seguirán haciendo pruebas en el mismo punto con el mismo horario (de 15.30 a 20.00). No hay escasez de antígenos en el SES», quisieron dejar claro desde el servicio de comunicación.
Dichos cribados comenzaron ayer y continuarán realizándose los días 23, 27, 28, 29 y 30 de diciembre. Su importancia es evidente. Ayer mismo, durante las tres horas y media que duró el cribado, se realizaron 493 test de los cuales 30 resultaron positivos. Es posible acudir sin cita previa, solo provistos de la tarjeta sanitaria. No deben incorporarse a estas pruebas las personas con síntomas compatibles con el covid, que deberán seguir el protocolo sanitario habitual y recibirán una cita para el autocovid, también en la barriada de Mejostilla, pero en este caso dentro del centro de formación CIFE (avenida Héores de Baler), donde se extreman las medidas ante posibles casos positivos.
Y es que el miedo a contagiar el virus a los familiares en las fechas que se aproximan, ha llevado a los ciudadanos a buscar desesperadamente las pruebas de antígenos. «Hoy he ido a cinco farmacias, y a una de ellas tres veces por si llegaban test, y no hay forma. Por eso me he venido al cribado, pero han cortado la cola delante de mí. ¿Ahora qué hago? Me marcho en Nochebuena a Madrid. Hace dos años que no veo a mi familia política», se quejaba ayer Marisa, de 55 años. El desorden y la incertidumbre en esta cola, con usuarios muy próximos entre ellos, obligó a intervenir a la Policía Local. Por la noche seguían llegando usuarios que continuaban sumándose a la fila, y protestaban al percatarse de que no tendrían cabida. Cuando se cerraron las puertas, los presentes lanzaron gritos como "sinverguenzas" o "no hay derecho".
Escalada drástica
Farmacéuticos cacereños consultados por este diario afirman que desde principios de diciembre se percibe la carestía de antígenos. La pasada semana solo llegó una remesa para todas las farmacias de la ciudad, y esta semana otra, ya agotada.
Y ello justo cuando la sexta ola comienza a mostrar su peor cara. La capital cacereña registró el martes 174 contagios, una cifra realmente excepcional, según la última actualización publicada por el SES. Hay otro brote con 8 casos y 61 contactos. Con estos datos, la ciudad ya marca una incidencia de 596 positivos a los 14 días y 421 a los 7 días por cada 100.000 habitantes. Asimismo, el Área de Salud de Cáceres acaba de superar los 230 contagios en 24 horas.