Si las instituciones y organismos de tráfico hacen hincapié a lo largo del año sobre la prudencia al volante, cuando se acercan fechas señaladas se produce un especial compromiso debido, en primer lugar, a que se incrementa la movilidad tanto entre ciudades como en el entorno urbano y en segundo lugar, porque en un ambiente festivo es habitual que la ciudadanía se relaje en cuanto a las medidas. Tras unas navidades el año pasado en las que la movilidad se redujo a causa de la pandemia con respecto a épocas anteriores, este 2021 la ‘nueva normalidad’ se impone y de nuevo el número de desplazamientos retorna a niveles habituales. 

1. Sin prisas: Respeto atención a las señales 

Una de las principales causantes de los siniestros al volante son las prisas y la falta de atención a las señales que regulan las prioridades de tráfico, desde semáforos hasta las marcas en el asfalto. Por este motivo, la mayor recomendación que marcan DGT o entidades como la Fundación Mapfre es que se conduzca sin prisas, que se salga con tiempo, que no se revise el móvil y que no se coma mientras se conduce. 

2. Nada de alcohol: Si bebes, no conduzcas 

Otro de los factores que causa mayor número de accidentes es el consumo de alcohol. Según recoge Mapfre, la mitad de los conductores del país afirman que han bebido y conducido alguna vez. De hecho, el 40% de los conductores y el 20% de los peatones fallecidos habían superado los límites del alcohol en sangre en el momento del accidente. La ley establece como infracción superar 0,25 mg/l en aire espirado y 0,5 en sangre. En cuanto a los efectos que provoca su consumo a la hora de conducir, la fundación Mapfre incide en que disminuyen los reflejos y aumenta el tiempo de reacción ante cualquier imprevisto, aparece la fatiga y se reduce el campo visual. 

3. Ojo al clima: Habrá lluvia hasta fin de año  

Al margen de los factores asociados a la persona que conduce, este año en particular se suma como inconveniente la climatología. La previsión hasta fin de año es de lluvia generalizada en la capital cacereña. En el aspecto de las condiciones meteorológicas adversas, la DGT hace hincapié en la necesidad de extremar la precaución ya que, si la lluvia entraña un problema debido a que reduce la visibilidad, en el caso en el que coincida con las bajas temperaturas del invierno, puede provocar placas de hielo en determinados tramos de la calzada. También advierten los expertos del peligro que entraña el aquaplaning, un fenómeno que se produce cuando se conduce a alta velocidad y en la que la lluvia crea una película entre el asfalto y la rueda y provoca que el coche patine.