La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas en Extremadura, ha solicitado a la dirección del Centro Penitenciario de Cáceres que se realice un cribado masivo entre los trabajadores al detectarse dos casos positivos y uno pendiente de confirmación entre los internos del módulo cuatro. En este sentido, CSIF indica que a estos positivos hay que sumar el confinamiento de nueve internas del módulo de mujeres que se encuentra aislado.

Así, CSIF niega que este nuevo brote provenga tal y como indicaron fuentes sindicales la semana pasada de una comida de Navidad de los funcionarios de la prisión. Y es que el módulo 4, en el que hay confinados un total de 19 internos como contactos directos, es un módulo de destinos que registra un número elevado de internos con permisos de salida y comunicaciones con familiares, lo que, entendemos, hará imposible localizar el origen del brote.

CSIF denuncia que esta situación está obligando a hacer un esfuerzo extra a los trabajadores del centro provocando situaciones de estrés máximo ya que la plantilla que de por si es inferior a la necesaria en estas fiestas aún está más mermada.

El sindicato lleva meses reclamando a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que complete la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de la prisión para evitar estas situaciones de sobrecarga laboral. Además, desde CSIF consideramos que el Secretario General de Instituciones Penitenciarias, Ángel Ortiz, ha despreciado a la gran mayoría de los funcionarios al asignar la productividad ligada a la Covid a los mandos y un ínfimo número de funcionarios.