El Complejo Aralia celebrará su fiesta de cotillón de fin de año, por la que no requiere un permiso extraordinario de la Junta de Extremadura ya que, según informa uno de sus empresarios, Pablo Bravo, el local posee una licencia desde 1970 por la que puede realizar esta actividad. Como Aralia puso a la venta 1.200 entradas y eso sí que hubiera requerido una autorización sanitaria por la pandemia, el local decidió abrir un periodo de devolución, de modo que, según Bravo, se canjearon 600 tiques. "Eso nos ha dejado más tranquilos porque hay más espacio y zonas libres para que la fiesta pueda desarrollarse sin problemas". Dará trabajo a 30 empleados.

Los mismos promotores cacereños se ocupan también del cotillón del Castillo de la Herguijuela, que sí precisaba, dada su licencia, el permiso extraordinario del gobierno regional, algo que según Bravo han obtenido esta misma mañana. La fiesta tendrá 600 comensales y dará igualmente empleo a otras 30 personas.