La mercantil CCGreen and Sustainable presentó el 21 de diciembre en el ayuntamiento la consulta de viabilidad para empezar con el ecopolígono. Es una propuesta para intervenir en 30 hectáreas que el plan de urbanismo de la ciudad destina a usos industriales. Es el más pequeño de los tres nuevos sectores que para estos fines se incluyen en el plan desde 2010 y el de más fácil ejecución. Se trata de una primera fase para el desarrollo del ecopolígono, según explicó este lunes el ingeniero Santiago Rodríguez, representante de la entidad y que está detrás de este proyecto desde las primeras negociaciones con el ayuntamiento y con los propietarios de los terrenos. Lo ha hecho a través de su empresa Ingenostrum. Para la iniciativa del ecopolígono se ha constituido la entidad CCGreen and Sustainable. 

En la consulta se incluye una propuesta de ordenación del suelo, creando una macroparcela de 12 hectáreas, espacio que se destinaría a un gran centro de datos (o a más de uno) libre de carbono, sin emisiones, que se pretende que esté construido en los primeros meses de 2025, estimó Rodríguez. Este sería «el proyecto ancla o tractor» del ecopolígono, apuntó el ingeniero. En la consulta se hace una previsión de plazos y como último paso se calcula que la recepción de las obras de urbanización sería en junio de 2024. Por ahora ya se han dado los dos primeros pasos:la solicitud de la conexión eléctrica y la presentación de la consulta de viabilidad para urbanizar el suelo. 

En un principio la consulta no presentaría inconvenientes para su aprobación por el ayuntamiento. En el cronograma se calcula que sería en abril cuando se podría publica el acuerdo de viabilidad. Después se tiene que presentar el programa de ejecución (la entidad calcula que la licitación de las obras de urbanización se haría en febrero de 2023).

Planteamiento inicial del ecopolígono con todo el suelo industrial del plan de urbanismo. Ahora solo se actúa en las 30 hectáreas que están al norte de Capellanías. EL PERIÓDICO

Hasta ahora se habían presentado consultas de vialidad para el desarrollo de suelo comercial regulado en el plan general. Es el primer intento para habilitar terreno para fines industriales entre los nuevos sectores planificados en el planeamiento de la ciudad desde 2010. Esto es de por sí una novedad porque en Cáceres no hay suficiente suelo industrial urbanizado para la instalación de nuevas empresas.

Pero la otra diferencia de este polígono es que es un «modelo novedoso de actuación industrial», según se especifica en la consulta de viabilidad. El concepto de esta intervención es habilitar suelo para la instalación de «un sector industrial que esté fuertemente digitalizado» y que cuente «con un suministro de energía limpia próximo y garantizado», según se añade en el documento. Esto último es una de las ideas principales de la intervención, ya que no solo se cuenta con la nueva subestación de los Arenales de Red Eléctrica Española, que está a poco más de un kilómetro, sino que además en las inmediaciones se instalarán dos plantas fotovoltaicas, una de ellas de 400 megavatios picos, sería una de las principales de Extremadura, y la otra de 130. La multinacional noruega Statkraft, especializada en la producción de energía renovable, sería la encargada de suministrar la energía al polígono.

Contar con una energía limpia es una de las bases del ecopolígono y la otra es que se pueda disponer de centros de almacenamiento de datos (que Cáceres pueda albergar estas empresas de un sector que es cada vez más demandado). La ventaja que ofrece Cáceres es, además de la energía limpia y competitiva (con las plantas fotovoltaicas y la nueva subestación), que la ciudad cuenta con «unos atractivos patrimoniales, históricos, culturales y ecológicos» que facilitan que las empresas «puedan considerar trasladar aquí parte de sus órganos de gestión al poder dar a sus empleados una calidad de vida excepcional con un coste muy reducido», según se expone en la consulta de viabilidad.

Por el momento solo se actúa en el sector que está más al norte del nuevo suelo industrial que prevé el plan general de urbanismo. El motivo es que es el terreno que se encuentra más cerca de la conexión eléctrica de la subestación de los Arenales. Además, por su tamaño, es el más fácil de desarrollar y el que supone un menor coste para su urbanización. El importe de las obras de urbanización (preparar el suelo con sus dotaciones y viales) vendrá especificado en el programa de ejecución que se entregará en el ayuntamiento una vez que la consulta de viabilidad reciba la aprobación del consistorio.

En un planteamiento inicial del ecopolígono, el objetivo era intervenir en todo el nuevo suelo industrial que prevé el plan de urbanismo. Esa idea inicial es la que se puede ver en el plano que ilustra la información. Se trataría de ocupar diez veces más que el suelo que ahora se pretende desarrollar con la consulta de viabilidad. Se trata solo de un planteamiento cuyo desarrollo sería a muy largo plazo y que dependerá del resultado que tenga la comercialización y la implantación de empresas en las treinta hectáreas de la consulta de viabilidad.

En la consulta se realizan dos propuestas de ordenación de las citadas hectáreas -son las dos que aparecen en los gráficos que están debajo del principal de la página-. En ambas lo que se hace es reservar una macroparcela de uso industrial para favorecer la implantación de los centros de datos, además se planifican parcelas más pequeñas para las dotaciones con las que debe contar cualquier suelo que se desarrolle y otras para usos terciarios (comercial) e industriales.

Una de las propuestas de ordenación de la parcela de 30 hectáreas. EL PERIÓDICO

Otra de las novedades que tiene el desarrollo de este suelo industrial es que el promotor de la iniciativa no cuenta con la propiedad del terreno, que en su mayoría está en manos privadas (es de una familia que cuenta con más de 15 hectáreas y de una particular que dispone de más de 10). La entidad promotora CCGreen and Sustainable actuará como un agente urbanizador, es una de las figuras que permite la ley del suelo para que un tercero pueda actuar en un terreno cuyo desarrollo está parado y evitar que se prolongue la inactividad en el suelo. Rodríguez explicó que la promotora no descarta la adquisición del terreno, hay negociaciones abiertas, pero que se opta por actuar como agente urbanizador para que no se dilate más el inicio del ecopolígono.