‘Cáceres, ciudad de festivales’. Bajo este paraguas la ciudad pretende blindar sus citas más memorables. El anuncio se hizo a mediados de octubre coincidiendo con la presentación oficial del festival Irish Fleadh, el único que este año se ha desarrollado en su formato habitual aunque sin el respaldo del clima. Tres meses más tarde de ese avance y encarando ya el balance del primer año de programación ya de postpandemia, el ayuntamiento asegura que no se han producido avances al respecto y deja en manos de 2022 que se materialice la iniciativa para garantizar que las grandes citas de la cultura puedan celebrarse en la ciudad año tras año al margen de las dificultades. 

No se precisa en este sentido si se tratará de un sello puramente promocional o si entrañará también una cuantía económica por cita para respaldar su celebración. En esa línea, el ayuntamiento cacereño ya concede sus habituales ayudas a las citas culturales, que hasta hace años sí eran nominativas, es decir, que se concedían a un número de festivales, pero en 2019 se recuperó el modelo de 2016 y se conceden por concurrencia. Las cantidades que se han destinado en los últimos periodos oscilan entre los 45.000 euros de 2019 a los más de 100.000 de 2018. En el caso de 2020 se destinaron 95.000 euros y en este último ejercicio, 85.000 euros con un máximo de 6.100 euros por festival. Estas ayudas han repartido el grueso de sus fondos en los últimos años entre Festival de Cine de Cáceres, Irish Fleadh, Festival de Blues, Amex y Horteralia. También recibió Europa Sur hasta que este último año tomó la decisión de abandonar la ciudad por la falta de apoyos. Womad sale de esta convocatoria porque la ayuda que se aporta se hace directamente al Consorcio Gran Teatro (en 2021 el ayuntamiento destina a toda su programación 240.816 euros). 

Precisamente estos festivales son los que cumplen los requisitos para sumarse a la marca, que pide que hayan cumplido al menos diez años. En este saco entrarían también Fanter y el Teatro Clásico, este último el más longevo de la ciudad junto al Womad con 30 años. En el aire queda Extremúsika, ya que sí suma una década pero hace dos años estrenó nueva etapa con otro promotor y otro enfoque. 

Otra de las condiciones que debe cumplir la cita para entrar en este futuro sello cacereño que pretende seguir la estela de otras comunidades como Murcia, es que tenga una proyección internacional y que reúnan unos estándares de calidad. El propósito es que a la hora de promocionar la cultura cacereña se haga de forma uniforme con un catálogo de citas culturales a lo largo de todo el año para que se incluyan dentro de las opciones a la hora de visitar la capital, no solo con el reclamo del patrimonio histórico.