El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha asegurado que el proyecto de construcción de un complejo budista en el cerro Arropé, ubicado dentro de la Zepa (Zona Especial de Protección de Aves) de Los Llanos de Cáceres, no se convertirá en un caso Isla de Valdecañas, ya que se siguen procedimientos urbanísticos diferentes y no se recurrirá a un Proyecto de Interés Regional (PIR) para no arriesgarse a acabar en los tribunales.

«Siguen procedimientos diferentes que no se parecen en nada», ha incidido el regidor, que ha apuntado que, precisamente el proyecto del Gran Buda «lleva un ritmo más lento» porque «la experiencia nos ha hecho huir de soluciones más rápidas que luego pueden ser controvertidas en los tribunales».

Salaya ha defendido que «aquí se está haciendo todo muy bien» porque se trabaja en modificar la Zepa donde se asienta esta parcela de propiedad municipal que se ofreció a los promotores, la Fundación Lumbini Garden, los cuales «están siendo muy pacientes porque cuando se acometió esto se sabía que era un proyecto muy bueno pero que llevaría otro ritmo».

«Hemos preferido ir con paso firme y estar seguros de que no tenemos que retroceder en ningún momento», ha subrayado el alcalde. Así, ha incidido en que la vía que se trabaja es la de modificar la Zepa y redefinir sus límites y esta opción «siempre ha estado encima de la mesa de trabajo» que han realizado, «desde el primer día», tanto el ayuntamiento como la Junta y los promotores.

Salaya ha subrayado que la postura de las administraciones es que esa zona se declaró Zepa «sin que tuviera los valores medioambientales que justificasen esa declaración» y por eso, dentro de una modificación de varias Zepas en toda la región, se ha valorado que ésta de Los Llanos de Cáceres-Sierra de Fuentes vaya en ese paquete, junto a otras zonas aledañas a la Sierra de San Pedro, y algunas más que serán redefinidas. En definitiva, es una ampliación de la Zepa pero «de forma más racional, protegiendo entornos que tienen muchos valores ambientales y que son más potentes que los del cerro Arropé», ha señalado, al tiempo que ha insistido en que no se valoró bien la protección del cerro Arropé porque se trata de una finca situada entre dos canteras y plantada de eucaliptos.

Poco nuevo

«Los valores ambientales de la zona no son los propios de los que hemos conocido normalmente», ha recalcado el regidor, que ha insistido en que «hay poco nuevo» en la evolución del proyecto porque la intención de la Junta de Extremadura ha sido «siempre» que esta zona iba a salir de la protección medioambiental. Por ello, desde el ayuntamiento se están manteniendo contactos con diferentes organizaciones ecologistas para explicarles en qué consiste el desarrollo de este proyecto que la Fundación Lumbini Garden plantea desde el respeto al medioambiente.

«Es un trabajo que tenemos que hacer despacio», ha apuntado Salaya, que ha reconocido que «seguramente» algunas cosas no se han planteado bien en la relación entre las instituciones y los ecologistas porque «si estamos embarcados en un proyecto que tiene que ver con que Cáceres será una de las ciudades más importantes de España como referente en desarrollo industrial sostenible y en economía verde... si eso no es compartido por una parte de los grupos ecologistas es porque, o no lo estamos explicando bien o que no nos estamos entendiendo bien».

Así, trabajando en esta línea de dar a conocer el proyecto de construcción del complejo budista el próximo día 17 se ha convocado una reunión en la Cámara de Comercio para dar a conocer a los empresarios esta iniciativa y sus perspectivas de futuro. Por último y como dato curioso, a las redes sociales ha saltado una fotografía en la que ya no aparece el cartel del centro budista en Arropé. El ayuntamiento dice que desconoce lo ocurrido