Cede parte del viaducto de la ronda sureste de Cáceres, que fue inaugurado hace casi ocho meses. En la zona peatonal, que comparte espacio con el carril bici, se ha abierto una grieta de varios centímetros de ancho que ha alertado a los usuarios de este espacio. De momento no afecta al tráfico rodado porque no llega hasta la carretera (la grieta es horizontal) pero continúa creciendo. Advertidos por esta situación los técnicos han colocado una señal de peligro para avisar de que existe riesgo de caídas. Será reparado en los próximos días.

La variante cacereña ha sido la obra más importante llevada a cabo en la ciudad en los últimos años, y muy demandada, por lo que supone en cuanto a descongestión del tráfico. Abrió a mediados de junio del año pasado y atesora ya más problemas. Y es que a esta grieta se une también que todo el paseo se encuentra levantado y abombado. Se trata de una zona muy concurrida, ya que es muy utilizada por deportistas a diario.

Primer plano de la grieta. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Las grietas llaman la atención, pero el viaducto no corre riesgo de derrumbe porque no existe daño estructural, según informa la Junta de Extremadura. Se sometió a varias pruebas de carga antes de su apertura definitiva, que se pasaron de forma satisfactoria. Para ello se utilizaron cuatro camiones que sirvieron para analizar la deformación del pavimento al paso de los mismos cargados.

La actuación fue de tal envergadura que entró en el ranking de las 26 mejores del país para la Confederación Nacional de la Construcción, tanto por su relevancia para la ciudadanía como por ser innovadora y sostenible. En este caso la confederación destacó de la ronda el cambio en cuanto a movilidad y accesibilidad que ha experimentado la ciudad desde su apertura, la construcción de un mirador o la señalización interpretativa con paneles de geología que se instalaron a lo largo del paseo.

3,8 kilómetros

La ronda sureste cuenta con 3,8 kilómetros que conectan la charca Musia con la Universidad Laboral, y atraviesa la falda de la montaña. Su construcción costó 24 millones de euros, que han sido sufragados por la Junta de Extremadura. Está dividida en dos tramos; uno que va desde la carretera de Miajadas hasta el acceso al santuario de la patrona y otro desde este último punto hasta la carretera de Trujillo, en la glorieta de acceso a la Universidad Laboral y la Guardia Civil, donde la ronda este conecta con la ronda norte. De esta variante faltan aún por construir otros 3,1 kilómetros, que unirán la ronda con la zona sur de la capital cacereña.

Desde su apertura pasan a diario unos 14.000 vehículos y ha ayudado a reducir el tráfico en la vertiente este del casco histórico y en la zona de Mira al Río, fuente Concejo y ronda Vadillo. Además permite a los vecinos de los barrios del sur y del este acceder de una forma más directa al hospital Universitario y al campus.