El carro de paradas cardiorrespiratorias que tiene la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) no llega a todas las camas. Así lo denunció ayer la delegada del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), Ángeles Montero, cuya organización participó ayer en una concentración llevada a cabo por enfermeras y Tcaes en los dos hospitales de la capital cacereña, para criticar la organización en enfermería y exigir más personal. Este problema en la UCI ha sido, asegura, la gota que ha colmado el vaso. Tal y como explica, en el Universitario se han cerrado cuatro camas de la UCI por falta de intensivistas y se han llevado al San Pedro de Alcántara, pero no a la unidad convencional, sino que se han ubicado en un espacio cercano a la misma pero no en el interior de la UCI.
Aquí, denuncia Montero, hay una auxiliar y una enfermera para los cuatro pacientes en cada turno (el doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que fija en dos pacientes por profesional esa ratio). Y lo que es peor, los recursos no llegan a todos. «Se ha organizado tan mal que el carro de parada no llega a la cuarta cama. Nosotros no criticamos que las camas se hayan llevado al San Pedro, sino la organización de las mismas», insiste Montero. Y advierte de que, al estar solo dos profesionales al cargo de la misma, cuando una de ellas se ve obligada a salir para el acompañamiento de cualquier paciente, la otra se queda sola con el resto.
Este es solo un ejemplo de la falta de personal en este área, que también afecta a Cardiología (como ya avanzara este diario se ha quitado un auxiliar de la planta para llevarla a la Unidad de Coronarios Agudos, de reciente creación). Y la plaza no se ha ocupado. También a Urgencias, donde hay colapso de pacientes, asegura, por la falta de personal de enfermería.
Lo mismo ocurre en la tercera planta del Universitario, donde se ubican las especialidades de Oftalmología, Otorrino y Cirugía Torácica. A este espacio se trasladan enfermos de Geriatría y Medicina Interna del San Pedro de Alcántara cuando se abre la octava planta de este último complejo para coronavirus, pero asumen estos pacientes con el mismo personal. «Estos enfermos requieren más cuidados con lo cual la carga de trabajo es mucho mayor y no se llega», asegura Montero.
Esta falta de personal, que afecta a todas las especialidades, influye en la calidad asistencial. «No se puede garantizar la calidad de los cuidados con las plantillas mermadas. Los profesionales quieren dar una atención correcta, pero no pueden», se queja. Han decidido manifestarse tras llevar a cabo varias reuniones con la dirección de Enfermería y la gerencia, sin obtener soluciones. Los sanitarios están cansados de esta situación y piden el cese de la directora de este área porque «la organización de los hospitales es deficiente», añade Ángeles Montero.