La Diócesis de Coria-Cáceres estrena obispo y lo hace por todo lo alto tras una extraordinaria ceremonia religiosa, con una excelente organización, y presidida por el Nuncio de su santidad en España, Bernardito Cleopas Auza. El acto se celebró esta mañana en Coria y tuvo uno de los mejores escenarios para esta ocasión como fue la Catedral Santa María de la Asunción, que además es sede episcopal. El protagonista en el día de hoy: el sacerdote, Jesús Pulido Arriero, nacido en 1965 y natural de Santa Ana de Pusa (Toledo), que tras su ordenación expresó su deseo de que «el Señor me ayude para que nunca convierta en vanidad lo que es signo de entrega y servicio, para transmitir la fe apostólica, convocar a la comunidad en torno a la Eucaristía, animar el espíritu misionero y la solicitud por los pobres». El religioso se convierte en el obispo número 119 de esta diócesis y el quinto desde que se conviritió en Diócesis de Coria-Cáceres con Llopis Ivorra, que había pasado a ser la que más tiempo llevaba sin prelado en España, dado que su antecesor, Francisco Cerro, dejó vacante la sede cacereña el 27 de diciembre de 2019, tras ser designado arzobispo de Toledo.

32 obispos y 150 sacerdotes

La ordenación episcopal de Pulido ha contado con alrededor de 32 obispos y 150 sacerdotes entre otros representantes de la Iglesia, autoridades políticas, judiciales, académicas y personas del ámbito civil. A primera hora de la mañana, sobre las nueve y media, comenzaban a llegar los asistentes al acto a una catedral engalanada para la ocasión. Después, sobre las once de la mañana, llegó el momento más esperado con la presencia de propio Jesús Pulido

Su entrada a la catedral se realizó por la Puerta del Perdón. Ahí, el obispo electo fue presentado al cabildo y tras realizarse los actos que requiere el protocolo en esta ceremonia, el obispo electo salió por la puerta del Evangelio para saludar a las autoridades civiles que esperaban en la plaza de la Catedral. Después se desarrolló la procesión desde el exterior de la catedral y que estuvo encabezada por diáconos, el obispo electo con dos sacerdotes asistentes, colegio de consultores, canónigos y obispos. Cerró esta procesión el nuncio. Por su parte, Diego Zambrano, administrador diocesano durante la sede vacante, destacó que Pulido «llega a una diócesis que le acoge con los brazos abiertos y el corazón bien dispuesto.

Protocolo de la ordenación

Tal y como exige este tipo de ordenaciones, se siguieron los ritos que explican la tarea del nuevo obispo: la unción con el santo Crisma que lo identifica plenamente con Cristo, el Ungido de Dios; la entrega del anillo que expresa el vínculo especial del obispo con la Iglesia; con la imposición de la mitra expresa el firme propósito de alcanzar la santidad; y con la entrega del báculo se le confia la misión del pastoreo y que se usa cuando preside una celebración en su diócesis. Por último, tomó posesión de la diócesis sentándose en la cátedra (situada en el centro tras el altar), desde la que ha de presidir y enseñar.

De este modo el nuevo obispo tomó posesión de su nuevo cargo y presidió la celebración de la Eucaristía. Los obispos concelebrantes, como gesto de fraternidad, le saludaron, y una pequeña representación de la diócesis también le mostró su cercanía y acogida. El obispo recorrió la catedral acompañado de dos obispos impartiendo la bendición a todos los fieles congregados en la catedral. Con este nombramiento, la diócesis inicia una nueva etapa llena de ilusión tras dos años. De hecho, la agenda de Jesús Pulido ya está llena de actividades para estar junto a las parroquias, asociaciones y recorrer la diócesis. Mañana domingo celebrará una eucaristía a las 18.30 horas en la Concatedral de Santa María en Cáceres

El acto de hoy en la localidad cauriense no defraudó y de hecho desde el día antes ya se presagiaba la magnitud del evento ante la presencia de un alto número de representantes de la Iglesia por las calles caurienses. A esto se suma la implicación de los vecinos del casco histórico que adornaron sus balcones para ser partícipes de algún modo de este acto solemne que desde hacía años no vivía la localidad. 

Gran relevancia

La gran relevancia de esta celebración se reflejaba en los más de 100 vehículos oficiales y varios autobuses que llegaron desde distintos lugares del país. Además, la catedral, a pesar ser un templo con gran capacidad, quedó pequeña al quedar cubierto todo el aforo de 500 personas que se había fijado como límite. No obstante, muchos tuvieron la oportunidad de disfrutar en directo de esta ceremonia por las varias pantallas y televisores tanto en el interior del templo como que en el exterior donde se habilitaron sillas, justo en la plaza de la Catedral. 

A todo ello hay que sumar el despliegue de personal con 15 voluntarios de protección civil, 2 equipos de cruz roja con ambulancia asistencial, 10 policías locales, 4 patrullas de la Guardia Civil, 2 patrullas de la Useci y 30 voluntarios de los scout, todo un dispositivo para atender un evento que se retransmitió en directo por televisión. Precisamente, por televisión fue por donde los padres del nuevo obispo, Vicente y Victoria, pudieron ver la ordenación de su hijo en la Residencia de las Hermanitas de los Pobres ubicada en Talavera de la Reina.

No obstante, Jesús Pulido estuvo acompañado de algunos familiares, entre éstos, sus sobrinos, que participaron en la ceremonia con las ofrendas del pan y vino. También acudió un centenar de vecinos de su pueblo natal. Entre éstos, Victoria Martín, que definió a Pulido como «una persona excepcional».