Parecía una lucha imposible. El David contra Goliat. Pero Carlos San Juan, el médico jubilado que ha conseguido entregar más de 600.000 firmas en el Congreso para exigir una mejor atención a los mayores en los bancos, a través de la campaña ‘Soy mayor no idiota’, ha logrado que la voz de las personas de edad se escuche en todo el territorio nacional y que las entidades financieras busquen sus fórmulas para evitar esa exclusión, que afecta tanto a mayores como a personas con discapacidad.

La capital cacereña, donde el 17% de sus habitantes tienen más de 65 años, no se salva de esta problemática. Los mayores se quejan no solo de las dificultades que encuentran en los bancos, sino también en las administraciones públicas. «Pedir citas para realizar trámites en la ITV, en el registro civil o en la Seguridad Social es muy dificultoso. Hay que meter un montón de datos, tener el teléfono al lado porque te envían un código que tienes que meter en la solicitud,... Es difícil hasta para el que sabe manejarse con la informática», señala el presidente de la Federación de Pensionistas de CCOO, Sergio Cuenca.

La solución, añade Inmaculada Cordero, de la Peña del Cura, no pasa por formación: «Por mucho que nos enseñen son cosas muy difíciles de comprender para muchos. No todo el mundo aprende y sabe manejarse igual», afirma esta cacereña.

"Por mucho que nos enseñen a manejar la informática hay cosas que son difíciles de comprender para muchos"

Inmaculada Cordero - Asociación Peña del Cura

«Nos hacen sentir inútiles», se queja Antonio Calvo, el presidente de la asociación de mayores La Bondad. «Los mayores necesitamos una atención directa. Hay muchas cosas en el banco que si no hay alguien que me las haga no puedo hacerlas», añade. En su caso, tiene que coger el autobús desde Llopis Ivorra, donde vive, para llegar al centro, a la sede central de la sucursal, para realizar ciertos trámites. «Y cuando llegas te dicen que la caja solo abre hasta las diez. Eso debería cambiar», insiste Antonio Calvo.

Conocedor de esta problemática, el ayuntamiento aprobó esta semana una moción presentada por Unidas Podemos precisamente para conseguir una atención más directa a estos mayores. Se compromete así a bonificar la tasa de ocupación a los bancos que tomen medidas para facilitar su relación con sus clientes de más edad y retomen la atención personal frente a la telemática. Instará además a las administraciones públicas a que faciliten también la atención presencial, elaborará un plan para facilitar la cercanía a este sector de la población y redactará una guía sobre buenas prácticas en la atención a personas mayores y con discapacidad para establecimientos comerciales. A estos locales se les recomendará contar puertas de fácil apertura, asideros a la entrada, asientos para la espera en caso de colas o puntos de apoyo para bolsa y paquetes, entre otras medidas.

Pero en lo que respecta al propio ayuntamiento, ha tomado la delantera y ha aprobado ofrecer un trato prioritario en los registros municipales a los más mayores. «Es una pena que todo el mundo se queje de lo mismo. La iniciativa es estupenda, el ayuntamiento debería influir para que todo esto se arregle», señala Inmaculada Cordero.