El pasado 8 de febrero Juan Manuel Mendo Garrido pidió públicamente el arreglo de la bicicleta estática del paseo de Cánovas, que llevaba dos meses estropeada porque el tornillo necesario para su puesta en funcionamiento no llegaba. Realizada la denuncia en este periódico, a las pocas horas la bici volvió a prestar servicio. Ayer lo confirmó el ayuntamiento y el propio Mendo, visiblemente satisfecho.
«No era lógico que por un tornillo no se arreglara. En Cáceres hay muchos talleres donde se podía encontrar y no procedía que eso estuviera así», indicó Mendo, que también confirmó que, de nuevo, tanto él como su mujer, María Antonia Puentes, han vuelto a hacer sus ejercicios.
El cacereño agradeció al ayuntamiento la actuación y se congratuló de que uno de los vecinos que la seguía utilizando aún estando estropeada llevándose un cojín de su casa haya podido volver a usarla con normalidad. «Ahora estamos todos en la bici con toda la alegría del mundo», relató. Ayer mismo, otro cacereño, José Luis González, de 85 años, también mostró su satisfacción.
Y es que desde las siete de la mañana ya hay vecinos dándole a los pedales. Se ven incluso a las once de la noche. Todo era cuestión de un tornillo, que al fin, ha puesto en marcha la bicicleta estática y ha devuelto la alegría a los usuarios.