El sindicato Acaip-UGT ha informado de que en los últimos cinco años se han incautado en la prisión de Cáceres 140 teléfonos móviles. A través de una nota en la que han hecho público el balance, destacan que en 2021 se produjo el mayor número de aprehensiones con 47 dispositivos. Se trata de un objeto prohibido dentro de las cárceles para evitar la continuación del delito, entre otros, de bandas organizadas o de violencia de género.

Esta prohibición convierte a los móviles en elementos muy cotizados entre los presos, generando un mercado negro con los problemas que esto genera, por lo que el sindicato ha destacado el trabajo que realizan los empleados públicos penitenciarios para evitar el comercio ilícito de estos elementos prohibidos en las prisiones.

De hecho, se pueden encontrar en los lugares más insospechados, como suelas de zapatos, botes de refresco o en productos higiénicos, por lo que es preciso una requisa exhaustiva de los módulos, lo que requiere del personal necesario y de una formación especializada. Para hacer frente a esta situación, la prisión asegura que son precisos los medios materiales y humanos suficientes, por un lado, para evitar su entrada y, por otro, realizar el control en el interior e insiste en la necesidad de ocupar todas las vacantes en los centros.