Los defensores de la Cruz de los Caídos recogen apoyos para que no se traslade de su ubicación actual en la plaza de América. Un año después de iniciar su campaña siguiendo la estela de los Abogados Cristianos, la asociación Salvemos la Cruz ha recopilado ya 68.000 firmas que remitirá al ayuntamiento para defender que el monumento «cumple la ley» y por tanto, no debe ser retirado. 

El colectivo nacido por iniciativa ciudadana después de que la administración anunciara el traslado del monolito aunque sin precisar fecha, fundamenta su argumento en que se trata de un símbolo puramente religioso y que no guarda relación con el Franquismo desde que el 10 de febrero de 1984 la corporación municipal, liderada por Iglesias Marcelo, decidió cambiar la placa original por otra con la siguiente inscripción «La ciudad de Cáceres, en memoria de sus hijos muertos por la Patria» y la consecuente consigna: «Los principios democráticos actuales nos deben inspirar las dedicatorias de los monumentos tales como la Cruz de los Caídos como signo visible de un espíritu de reconciliación y convivencia que deben animar en el presente y en el futuro toda la vida española. La nueva inscripción trata de ser un recordatorio de todos los participantes en ambos bandos y en definitiva de todos los cacereños que en cualquier momento histórico dieron su vida por España». El texto expone también que «se trata de un símbolo funerario e histórico». «Los pueblos no pueden olvidar su historia, ni deben ir contra la historia», concluye. 

También ponen de manifiesto acompañando el texto que parafrasea al acuerdo de 1984 que en 2004 el pleno, ya con Saponi como alcalde, no dio visto bueno a su retirada sino que convocó un concurso de ideas para remodelar la plaza de América. 

En ese sentido, la presidenta de la asociación Salvemos la Cruz, Isabel González, expone a este diario que harán entrega de las firmas en los próximos días ya que, según sostiene, la Cruz aparte de no incumplir ninguna ley, «es de todos los cacereños». «Es nuestra», pone de relieve. También avanza que desarrollarán más acciones aparte de la recogida de firmas pero no precisa cuáles. 

El anuncio de la asociación defensora del monumento se produce tan solo unos días después de que Amececa, la asociación por la memoria histórica, pida a la administración «agilidad» para cumplir con la medida que ya avanzó el alcalde Luis Salaya de retirar la escultura. Fue durante la pandemia cuando se materializó este anuncio aunque no se precisaron plazos y desde entonces ha quedado aparcado salvo por las reivindicaciones tanto de defensores como de colectivos que sostienen que está catalogado como un símbolo franquista porque fue un encargo de la dictadura y debe retirarse para cumplir con la ley de memoria histórica.