La palabra y las obras del papa Francisco están demostrando a lo largo de los últimos días el convencimiento de la Iglesia Católica de que la vida humana y la paz están por encima de cualquier cosa. 

La Iglesia católica que desde el siglo XVIII para acá, quiere ser recluida en las sacristías porque es una institución que es enemiga del progreso, de la cultura, y que además tiene a sus espaldas una historia cargada de violencia por todos los lados, de falta de respeto y aniquilación del no pensaba como ella, se presenta ahora como defensora indiscutible de la paz. 

La invasión de Ucrania, que todos llaman la guerra de Putin, pero ante la que me pregunto, ¿quién está detrás de Putin?, ¿qué manera de pensar domina su mente?, ¿hay alguna ideología que favorezca lo que está pasando allí?, lo que si tengo claro es que la religión está vez no es, y eso tienen que quedar claro para todos.

La excesiva confianza en la razón del XIX, no pudo impedir las dos guerras mundiales del XX, arrastrando millones de muertos en cada una de ellas. Visto lo que pasó, se produjo una gran desconfianza ante la realidad humana. La fe ciega y exclusiva en la ciencia y en la razón, se vinieron abajo, ¿Por qué no aceptar la compañía de un Dios que dinamiza hacia el bien, a la paz y al entendimiento? Puede ser que sea el momento.

Si yo creo en un Dios, que no elimina la realidad individual sino que emana de ella, que favorece la investigación, el progreso, que defiende la libertad de conciencia de cada uno y que es siempre motivo de evolución, trabajo, responsabilidad, esfuerzo, sacrificio, tolerancia y trabajo compartido. ¿qué dificultad tienes en aceptarlo?, te sigue convenciendo «el que solo acepto lo que veo o aquello de lo que es evidente su existencia» o «sigues con los prejuicios del pasado, valorando la experiencia de manipulación o imposición de otras épocas de las creencias religiosas» (respetando, por otra parte, que tienes todo el derecho a pensar así). 

Por que no haces algún intento de acercamiento a los nuevos planteamientos de lo que significa que la trascendencia tiene su lugar en el crecimiento de las personas y de los pueblos. 

Únicamente una parte de la Iglesia ortodoxa rusa apoya al dictador que asola ciudades, ataca hospitales, mata a niños, destruye centros de refugio, asesina a gente que hace fila para comprar pan… todas las demás confesiones con el papa Francisco al frente como uno más, declaran que en nombre de Dios esto es incomprensible, no tienen justificación, es irracional. 

¡Todas las religiones por la paz!

*Párroco