La diputación invertirá para recuperar las oficinas bancarias en los pueblos y frenar la exclusión financiera. Tras el cierre de las 64 oficinas en la región anunciado hace unos días por Unicaja Banco tras la absorción de Liberbank, ya son cerca de 90 los municipios cacereños afectados. Este miércoles el presidente de la institución provincial, Carlos Carlos, mantuvo una reunión con los alcaldes de los ayuntamientos de la provincia para conocer la problemática que se da en cada uno de ellos y las soluciones que ellos sugieren.

La propuesta que plantea diputación es preparar un concurso para que la entidad financiera que lo gane recupere el servicio en los pueblos. De momento no ha trascendido la partida económica que se destinará (dependerá de las necesidades que trasladen los ayuntamientos) ni los detalles de la licitación, que se elaborará en base a lo que soliciten los pueblos. Es decir, el servicio podrá prestarse en cada municipio los días que estime cada ayuntamiento; en unos se necesitará todos los días o en otros solo hará falta algunas mañanas o unas horas.

«Es horroroso, hay que desplazarse a Torrejoncillo o Cañaveral. Estamos preocupados»

Mario Cerro - Alcalde de Casas de Millán

La finalidad, eso sí, es recuperar la presencialidad en todos estos pueblos en los que ya no queda ninguna sucursal bancaria. Podría materializarse a través de la reapertura de las oficinas cerradas o mediante la figura del agente financiero, es decir, una persona que acuda ciertos días a la semana a los pueblos para permitir la realización de gestiones bancarias. Se trata de empleados por cuenta propia pero que están respaldados por una entidad financiera.

Presencialidad

«La diputación apuesta por la presencialidad, es decir, que haya una atención personalizada a los usuarios desde la entidad financiera. Puede ser con oficinas, abiertas diariamente o varios días a la semana, también mediante la figura de agente financiero o de la instalación de cajeros», ha afirmado el presidente de la diputación, Carlos Carlos, justo antes de reunirse con los alcaldes de los ayuntamientos que sufren esa exclusión financiera desde hace ya varios meses.

«Llevamos cuatro meses sin banco presencial. No podemos consentirlo, es ir hacia atrás»

Alba Baile - Teniente de alcalde de Villamiel

El contrato que se firme será abierto para poder ir incluyendo a aquellos municipios que se queden sin sucursal bancaria después de que este se materialice. «La exclusión financiera no va a parar, no solo hay 68 oficinas que va a cerrar Liberbank, sino que hay muchos más afectados. Hay que hacer un concurso porque la ley no permite hacer una adjudicación directa», ha aclarado Carlos Carlos.

Diputación mantendrá un encuentro también con entidades financieras para informarles sobre la licitación, aunque asegura que prescindirá de Unicaja Banco (antes Liberbank) precisamente porque acaba de anunciar una oleada de cierres. «Confío en que quiera alguna entidad pero, si no, también contamos con los agentes financieros, que evidentemente tienen que estar respaldados por una entidad financiera», ha dicho el presidente.

«Vamos a poner todos los esfuerzos económicos al alcance para recuperar el servicio»

Carlos Carlos - Presidente de diputación

Es la segunda vez que la institución provincial pone en marcha un plan para frenar la exclusión financiera. En el año 2018, entonces con Rosario Cordero de presidenta, se destinaron 250.000 para ayudar a los ayuntamientos a adecuar locales municipales para reabrir estas oficinas. Después Cajalmendralejo se comprometió a reactivar las sucursales. Entonces la ayuda se dio a los propios municipios pero ahora el dinero llegará a la entidad financiera que decida prestar este servicio.

Los municipios ya no pueden más. Lo cuenta el alcalde de Casas de Millán, Mario Cerro, que lleva sin oficina desde el pasado mes de diciembre. Sus vecinos tienen que desplazarse hasta Torrejoncillo (a 18 kilómetros) o Cañaveral (10 kilómetros) para poder realizar las gestiones. «Es horroroso, muchas veces tienen que ir en taxi, la gente mayor está muy preocupada», asegura. «Tenemos que hacer fuerza entre todos para terminar con esto», añade el alcalde.

«No podemos consentirlo, es ir hacia atrás», insiste la teniente de alcalde de Villamiel, Alba Baile. Esto es lo que pretende frenar ahora diputación con el nuevo plan. «Vamos a poner todos los esfuerzos económicos al alcance para que se siga dando el servicio», ha afirmado el presidente.